Las Condiciones Íntimas del Contacto Angélico

Puede que Uds. se hayan interrogado alguna vez acerca de cuales deberían ser los requisitos mediante los cuales un ser humano podría establecer contacto con los Devas y con todas las fuerzas ocultas de la Naturaleza. Bien, esta interrogante podría ser contestada desde un ángulo puramente científico y psicológico, por ejemplo: “… tratando de ser conscientes de las mismas.” Esta respuesta, que aparentemente no dice nada, lo está diciendo todo, habida cuenta que el contacto dévico o angélico ha existido siempre, en todas las fases de la vida evolutiva de la humanidad y en todos los niveles dentro de la inmensa complejidad y magnificencia del mundo oculto que nos rodea y compenetra.

El sentido intimo de la civilización, de la cultura y de las tradiciones de todos los tiempos, revela siempre el contacto del hombre con las fuerzas subjetivas e invisibles de la Naturaleza. Los Ángeles, en su multiplicidad de jerarquías y funciones, han constituido perennemente el centro de todos los mitos sagrados, leyendas misteriosas y narraciones simbólicas del mundo. Desde los poderosos Arcángeles o Mahadevas, Señores de la espiritual revelación, hasta los humildes devas elementales que cuidan de la construcción de los átomos químicos, pasando por los Devas familiares, Genios o Daymons que inspiraron las obras de los grandes filósofos y artistas del pasado, todo es CONTACTO, REVELACIÓN e INSPIRACIÓN. Sólo hay que abrir los ojos e intentar percibir esta infinita prodigalidad dévica.

El segundo paso corresponde al esfuerzo por desarrollar conciencia dévica en nuestra vida de aspirantes espirituales y evocar respuesta de los éteres inmortales. Para ello deberemos adquirir un tipo de sensibilidad espiritual con respecto al entero contexto ambiental que nos envuelve. El término comprensión, que es la antesala del amor humano, define muy claramente ese tipo de sensibilidad, que permitirá modificar sensiblemente la conciencia psicológica hasta el punto de suprimir todas las reacciones de tipo personal, corrientemente de carácter antagónico y, como consecuencia, provocar una reacción psíquica de carácter dévico que creará un impacto en nuestra conciencia y llenará de luz algún hueco de nuestro cerebro, permitiendo cierta liberación de energía espiritual y desarrollando algún definido y cualificado grupo de células.

El proceso parece sencillo; sin embargo está lleno de dificultades y los hábitos egoístas de la personalidad crearán, a no dudarlo, zonas de gran resistencia a las buenas intenciones del alma. Pero, habrá que perseverar en el intento y hacer frente a todas las dificultades, sabiendo de antemano que el contacto dévico nos hará conscientes de ocultos e ignorados niveles de armonía dentro del propio ser y que los resultados obtenidos, ya en un buen principio de los intentos de acercamiento dévico, mantendrá nuestro ánimo muy sereno, animoso y expectante y la voluntad muy firme y dispuesta a enfrentar los incidentes psicológicos de la búsqueda.

Los Ángeles en la Vida Social Humana, págs 189 a 191