OM Vicente

Remasterización del OM de Vicente Beltrán realizado por Juan Carlos García. Esta afinada a la frecuencia de 432 Hz (Fibonacci). Esta frecuencia está más en armonía con la Naturaleza y con el propio oído humano. En algunos entornos esotéricos esta frecuencia la relacionan también con la geometría sagrada y la proporción áurea.

La voz del Alma y el OM

La voz del Alma, el poder del gran sonido OM que la caracteriza, es creadora de situaciones permanentes y reside en ella la capacidad de transformar la vida y destruir el karma. La magia de la Voz del alma es poderosísima, pues es un vehículo de la Voluntad de Dios. El secreto del cuarto reino, o reino humano, reside en el consciente empleo del Mántram solar OM, de cuyo sonido específico cada alma participa en la medida justa de sus fuerzas y posibilidades.

A medida que el individuo va sutilizando sus expresiones de luz y de color se va acercando al Sonido característico del Alma Solar o Planetaria, el OM, y aprende a ver la luz que este OM genera al poner incandescentes los éteres, que lo hacen sensible a la Vida que rige el conjunto planetario. En esta forma se pone inteligentemente en relación con Aquel que utiliza el planeta Tierra como cuerpo de Su expresión, y aprende la técnica suprema de reproducir en su pequeña vida el OM solar, por el cual es posible la evolución de los planetas del Universo.

El doble OM y el triple AUM

El doble OM y el triple AUM son los sonidos que en su mutua y armoniosa conjunción producen al hombre realizado, al ser humano perfecto o Maestro de Compasión y de sabiduría. Cuando nos referimos al Cristo, como Maestro de Maestros, en su simbólica apreciación espiritual y no simplemente física se lo ha presentado como una estrella de cinco puntas de un brillo azulado intensísimo que se proyecta en lo infinito de los éteres. La estrella de cinco puntas es, desde el punto de vista de nuestro estudio acerca de la Palabra, Verbo o Sonido, un resultado de equilibrar el Verbo Solar OM con el triple sonido AUM, que es una respuesta de los tres reinos inferiores de la Naturaleza, mineral, vegetal y animal, a la voluntad del Hombre espiritual o alma, que los utiliza como vehículos de expresión.

La voz del silencio y el OM

La voz del silencio podría ser descrita como una síntesis de todos los sonidos de la creación. Se la puede oír en su elevada trascendencia después de la pronunciación correcta del OM sagrado. Se produce entonces un vacío dentro de nosotros y a nuestro alrededor que es llenado por esta fuerza misteriosa del silencio que, en sus aspectos universales, es aquel SILENCIO o GRAN PRALAYA, que precede a la creación de los mundos. Es también el sonido invocativo de las huestes angélicas, de nuestros desconocidos hermanos de los mundos invisibles.

No sé cuánto tiempo permanecí allí bajo el castaño apoyada mi espalda a su tronco. Sólo sé y sólo recuerdo que sentí resonar de pronto el OM sagrado dentro de mí mismo, como si del fondo de mi corazón surgiese aquella VOZ, muy familiar, pero que no podía identificar en aquellos momentos con nada conocido y cuya vibración determinaba en mí un estado de armonía e integridad que nunca había conocido ni experimentado. Al abrir los ojos, incapaz de resistir aquella tensión creadora y aquel poder que me transformaba internamente, vi ante mí sonriente, pero lleno de majestad a un resplandeciente Deva. Su forma era casi la humana, aunque supongo que había adoptado aquella forma para mejor establecer contacto conmigo


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