Interlocutor.—¿Puede explicarnos si tiene fin o no la reencarnación y el karma?
Vicente.—Cuando la persona no se siente completamente libre en el presente, forzosamente tendrá que crear un intermediario y entonces creará una idea para el futuro y a esta idea para el futuro la llamamos la reencarnación. No voy a discutir si la reencarnación es o no es una realidad, porque no hablo del futuro, sino del presente. Entonces decimos: estando muy unido el karma con la encarnación entonces como en el presente no soy capaz de vencer al karma porque no me siento libre del karma, forzosamente tengo que crear un espejismo o una Ilusión que me consuele en el presente, y entonces surge la reencarnación, no como una comprensión de la absoluta Libertad que tiene la Vida de manifestarse a través del tiempo, sino porque tenemos miedo en el presente. ¿Se han dado cuenta que cuando pensamos en el futuro siempre es para escapar del presente? Nunca acabamos de resolver el problema de la Libertad del hombre.
Como les decía, no vengo a discutir aquí la verdad o no verdad sobre la reencarnación y el karma, cada cual aceptará esto según sus propias convicciones, solamente digo que la Libertad genuina del ser humano sólo está aquí y ahora, no en el futuro, tampoco en el pasado, sin embargo, toda nuestra conciencia actual, esta conciencia íntima que trata de liberarse, está confeccionada con retazos memoriales que pertenecen al pasado, ahí está la dificultad de que realmente no podamos en ningún momento ser genuinamente libres; nuestra libertad está condicionada por muchos espejismos. Si estamos muy atentos en el presente, si investigamos profundamente los hechos que ocurren, dentro y fuera de nosotros mismos y somos honestos en comprender su significado, nos daremos cuenta de lo que realmente interesa al ser humano en los momentos actuales, que es tener una conciencia plena de Libertad, una Libertad que solamente podemos adquirirla en el presente, y por lo tanto, todo cuanto estemos formulando con respecto al futuro, puede ser una forma de ilusión o una escapatoria a esta realidad libre, constante, que está aleteando en nuestro propio corazón, y es en definitiva este sentimiento de Libertad quien tiene que traer Paz, Comprensión y Fraternidad a este mundo tan convulsionado, tan lleno de crisis y tensiones, no la idea de lo que es el futuro, porque tal como decíamos con respecto al pasado, el futuro ata a la mente por prometedor que sea, según nuestras ilusiones del presente. Vivamos pues el presente, seamos honestos en esta vivencia, participemos activamente en este tremendo despertar de la humanidad en los momentos actuales, en donde poderosas fuerzas espirituales están siendo derramadas sobre el planeta produciendo un ordenamiento de la ley, un restablecimiento de las libertades, y ustedes más que nadie pueden atestiguarlo, pero el despertar a la libertad dentro de su corazón que ha producido este despertar nacional, se está produciendo con ciertas variantes en todas las naciones del mundo, porque por primera vez en la historia del planeta, todas las naciones del mundo están siendo estimuladas internamente, para que comprendan exactamente, según el juicio de los hechos, qué es exactamente el principio de Libertad.
Vicente.— La palabra, sea del tipo que fuera, sea cual fuera la importancia del mántram, sólo producirá efectos realmente interesantes y prácticos desde el ángulo de vista del juicio analítico si la persona que emite las palabras o los mántrams está realmente en contacto con la ley y ha purificado su vida de tal manera, que al pasar el mántram por sus labios no quede enturbiado su fluir, no quede detenido este fluir por las dificultades de la vida personal. ¿Se han dado cuenta ustedes que la palabra humana es un mántram y que desdichadamente utilizamos la palabra, no como un mántram, sino como una espada para acometer a nuestros hermanos? ¿De qué nos serviría tener grandes mántrams en sánscrito, en senzar, en palí o en cualquier lengua exótica por importante que sea, si la persona que emite estas palabras no tiene pureza en su interior? Seguramente que lo que hará, será ofender el valor místico de las propias palabras, de la misma manera que ha ofendido anteriormente el principio de pureza y libertad, y aquí hablamos de Libertad.
La Libertad y la pureza de expresión que hace que cada una de nuestras palabras sea un verdadero mántram, sea una revelación del Verbo Creador, que no constituya un nido de dificultades para los demás. ¿De qué nos serviría la herramienta si no supiésemos utilizarla? Y la palabra es la herramienta del Pensador, hay que utilizarla correctamente, no busquemos el juicio de las palabras, busquemos el juicio de la intención, busquemos el juicio de la propia fraternidad. ¿No es esto más justo y más humano el hablar correctamente cada día a aquellas personas que nos rodean, que pronunciar de vez en cuando un mántram, por glorioso que sea este mántram? Interesa profundamente que nosotros nos convirtamos en el mántram, que nos convirtamos en el Verbo y que el Cáliz que contiene este Verbo sea tan inmaculado, tan puro y tan sagrado, que al pasar el Verbo por el Cáliz no quede condicionado por nuestras limitaciones.
Conferencia de 22 de octubre de 1985
Vicente.—Buena pregunta. ¿Qué es exactamente un don? Los llamados dones, la gracia santificante, el poder de realizar algo superior a lo normal es consecuencia de un contacto con el Alma o Yo Superior o que el Alma ha logrado expresarse muy activa y profundamente a través de sus vehículos de manifestación. Vemos por ejemplo un gran poder que es la clariaudiencia o la clarividencia, o la psicometría, o la ubicuidad, una serie de poderes que nos vienen legados todavía desde la época atlante, pero debo ser muy específico y muy claro al respecto, cuando un discípulo penetra por primera vez en un Ashrama del Maestro tiene que dejar, ya como premisa, sus poderes en la entrada, debe entrar puro e inmaculado, porque si no hay pureza, el poder psíquico, los dones, pueden convertirse en algo negativo en vez de ser algo realmente afirmativo. Al dejar el discípulo sus armas en los dinteles de la puerta, en los umbrales del Ashrama, indica que tiene que pasar a un estado superior de conciencia dentro del cual los dones no le son necesarios ni tampoco los poderes psíquicos, estos poderes, estos dones benditos de la naturaleza del Alma le serán concedidos entonces más adelante cuando haya adquirido una cierta elevación espiritual que le capacitarán para utilizarlos debidamente.
Conferencia de 19 octubre 1985
Vicente.—No suelo aconsejar nunca nada a nadie, porque sé que la persona que aconseja se ata indefectiblemente a la persona aconsejada, pero podemos considerar el asunto en profundidad. ¿Qué sucede con las personas que constituyen la inmensa masa de la humanidad, que están sufriendo muy profundamente las consecuencias de este tremendo despertar espiritual en el planeta y que, sin embargo, no son capaces de seguir conscientemente este estímulo espiritual? Entonces, nosotros debiéramos acercarnos a estas personas, no con el consejo a flor de labio sino con un tremendo despertar de amor del corazón y hablarles con el corazón y no por la vía del consejo, que como digo, puede equivocarse, sin embargo, el amor del corazón jamás se equivoca, porque posee la suficiente fragancia y libertad como para producir por radiación, el despertar de los demás, sin apoyo de la palabra o del consejo.