En todo caso, ¿qué es lo que hay que hacer? Cuanto más miremos la vida en términos de simplificación, cuanto más estemos pendientes del aliento de lo eterno en este momento que estamos pasando, mejor será para la humanidad, no simplemente para nosotros, ¿o es que buscamos una conquista espiritual en vez de un sentimiento fraternal hacia los demás?
Conferencia 12 de Febrero de 1977
Encuentro de amigos y
hermanos de Vicente Beltrán Anglada y Leonor Tomás Vives.
Día 1- 12- 07
Son las cuatro y media de la tarde. Estoy en un
mirador de la conocida montaña de Montserrat, respirando su fragancia y
observando la belleza natural que me rodea, mientras el entorno me saluda con
su armónico silencio de mil sonidos, ofrecidos generosamente en emisión callada
de expectante permanencia.
Me hallo, digamos en "soledad", aunque realmente
sola no estoy. Los amigos/as que me han acompañado desde esta mañana han ido a
dar una vuelta por la zona comercial y sus alrededores, en espera de que llegue
la hora de regreso a Barcelona.
La tarde es fría, el sol ya no se ve, lo cubren caprichosas
nubes que descienden su volátil forma por detrás de las montañas que allá al
frente forman el cercano horizonte, cuyo verdor acoge mi mirada con su
complacida sonrisa en respuesta a la contemplación que de su firme
majestuosidad hago.
El frío externo no impide que yo sienta calor interno y la
firme decisión de escribir cuanta belleza percibo en este inolvidable lugar. En
este instante, el fino airecillo de la sierra parece querer enfriar pasiones o ironías
dejadas, esta mañana de ambiente festivo, por opuestos manifestantes que a
nuestra llegada nos han sorprendido, haciéndonos gracia la originalidad con que
se han manifestado, para exponer sus protestas, los dos grupos minoritarios de
jóvenes que, graciosamente, exponían su idea en distintos puntos de la
explanada principal de la montaña, unos en contra y otros a favor de repoblar o
no con cabras las montañas de Montserrat.
Meditación Reflexiva sobre la Preparación para la Reaparición de Cristo
Sugerencias
2. Trate de llevar a la práctica, entre los jueves de cada semana, los resultados de la reflexión expresados en esta meditación. Establezca planes prácticos y, cada semana, recapitule las actividades previstas, en el momento de prepararse para esta meditación, a la luz de la intención manifestada.
3. Haga esta meditación breve y dinámica. Olvide las diversas etapas, y déjese llevar por la secuencia y la síntesis de la fórmula. Le será fácil hacerlo después de haberlo practicado varias veces.
Etapa I
Después de haber obtenido un estado de positiva e intencionada quietud de la personalidad, formúlese, claramente y con sus propias palabras, las respuestas a las siguientes preguntas:
Como miembro del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, ¿Cuál es mi intención específica y fija en estos momentos de dedicado contacto con mi alma?
¿Está el propósito de mi personalidad concentrado y expresado de acuerdo a la intención Jerárquica – hasta donde me es permitido conocerla?
¿He ganado en mi propia vida personal el derecho -no tanto por el éxito alcanzado como por el esfuerzo definido- a contarme entre los Servidores, quienes están emprendiendo, ahora, el trabajo de preparación?
Esta es la única vez, durante la meditación, que uno piensa en sí mismo, y se emplea aquí porque es un método de atención enfocada, pues alinea la personalidad en el plano mental.
Etapa II
Habiendo contestado estas tres preguntas a la luz del alma, diga con énfasis:
«Olvidándome de las cosas del pasado, me esforzaré hacia mis posibilidades espirituales más elevadas; me dedicaré de nuevo al servicio de Aquel que viene, y haré todo lo que pueda para preparar las mentes y los corazones de los hombres para tal acontecimiento. No tengo otra intención en mi vida.»
PAUSA
Etapa III
Visualice la situación del mundo lo mejor que pueda, de acuerdo a su interés mundial y al conocimiento que posea de los asuntos del mundo. Vea a la humanidad brillando con una luz tenue, y también puntos de luz más brillante, donde los miembros del NGSM y los hombres de intención espiritual y de corazones amorosos trabajan en bien de sus semejantes.
Visualice entonces, por medio de la imaginación creadora, la vívida luz de la Jerarquía fluyendo hacia la humanidad y fusionándose lentamente con la luz que ya posee el hombre. Después, pronuncie la primera estrofa de la Gran Invocación:
Considere qué es lo que puede hacer, en la práctica, durante la próxima semana, a fin de apresurar la preparación para la venida de Cristo.
PAUSA
Entone luego tres veces el OM, dedicando la triple personalidad al trabajo de preparación.
(El Discipulado en la Nueva Era, II, p. 202)
http://www.lucistrust.org/es/arcane_school/meditation/two_redemptive_meditations