Si Uds. quieren tener la medida, yo diría la medida áurea, para descubrir el valor de un acontecimiento, solamente tienen que darse cuenta si Uds. están adaptados a las situaciones. Para mí, adaptarse a una situación es vivir tan íntegramente aquella situación que entre el yo que observa y la situación que está siendo observada no exista ningún vacío, y esto solamente puede ser realizado cuando estamos muy atentos, cuando estamos expectantes, cuando empezamos aquí.
Solamente aquel silencio que nos embarga, aquello es atención, aquello es observación, aquello es contacto directo con el Ser superior. ¿Y hemos necesitado algún intermediario? ¿Verdad que no? ¿Para qué sirven los sofismas, las disciplinas, todo cuanto se nos está suministrando para enriquecer el espíritu, si el espíritu de por sí ya tiene la máxima riqueza? Además, dense cuenta de que para llegar al Reino de Dios no se precisa pasaporte ni dinero, porque no existen fronteras.
«Comprensión a través de la atención». Conferencia Barcelona 18 06 1983