Estas conversaciones esotéricas son una síntesis de mis conferencias esotéricas en Barcelona durante el período comprendido entre los años 1976 y 1980. |
PREFACIO
Este libro, que
someto a la amable consideración de ustedes, es el compendio de una serie de
conferencias pronunciadas en la ESCUELA UNIVERSALISTA DE LA NUEVA ERA,
de Barcelona, desde finales de 1975 a inicios de 1978. El tema genérico de las
mismas era el mismo que constituye el título del libro, es decir,
Conversaciones Esotéricas. Un creciente número de sinceros aspirantes
espirituales infundieron calor a estas Conversaciones y el profundo espíritu
investigador que demostraron, revelado a través de las inteligentes preguntas
formuladas, permitieron que el nivel de las mismas se mantuviese constantemente
en zonas de alta tensión espiritual. Fue posible, así, a medida que proseguían
estas conferencias-coloquio, que el espíritu esotérico se posesionara del
selecto auditorio y del propio conferenciante, deparando tal oportunidad que se
abordasen los temas tan profundamente significativos que constituyen la base
angular de este libro. Estas conferencias fueron grabadas inicialmente en cinta
magnetofónica, siendo reproducidas posteriormente por escrito para utilización
de grupos de estudio en España y Sudamérica que se interesaron por las mismas.
Debo remarcar también que en la concepción literaria del libro se siguió
escrupulosamente el orden cronológico de fechas a fin de guardar una perfecta
similitud de las ideas analizadas en las distintas conferencias. Como ustedes
podrán apreciar, al final de las conversaciones se establece un amigable
coloquio entre el auditorio y el conferenciante, siendo interesante comprobar
que las incisivas interrogantes formuladas permitieron siempre extender y
profundizar considerablemente lo tratado en cada una de ellas. Puedo decir pues
honestamente que este libro es el resultado de una labor de grupo. Otra cosa que
debo puntualizar también, habida cuenta de que algunas de las ideas expuestas
durante el curso de estas Conversaciones Esotéricas poseen una cierta dosis de
originalidad, singularmente las que hacen referencia a la Genealogía de nuestro
Universo, a la misteriosa Vida del Ángel Solar y a la Creación de los Planos de
la Naturaleza, es que me hago absolutamente responsable de mis afirmaciones y
que no voy a caer en la tentación de decir: “… Esto me lo ha dictado o
trasmitido mi Maestro", con lo cual declinaría toda responsabilidad
individual y caería en el riesgo de presentar mi labor como el resultado de una
comunicación medianímica, lo cual no sería evidentemente cierto. Debo decir,
por el contrario, que desde hace muchos anos y día tras día, sin permitirme
descanso alguno, he procurado profundizar algo más en las leyes ocultas de la
Naturaleza y del propio ser humano, tratando de descubrir el Misterio de sus
absolutas y remotas Fuentes universales de Creación. He adoptado en todo
momento la actitud que corresponde al discípulo de la Nueva Era de no
interferirla atención del Maestro con la constante y plañidera súplica de
"Señor, ayúdame en mis pesquisas…", una formulación estrechamente
vinculada con el pedido de "Dame, Señor, el pan de cada día", muy característico
en los discípulos de la Era Pisceana. Bien, esto que acabo de decirles no es
una justificación de mi actitud personal en relación con la de otros
cualificados discípulos mundiales, pero sí debo aclarar la posición espiritual
de un discípulo con respecto a su Maestro en estos momentos cíclicos de tensión
y de oportunidad planetaria. Es obvio decir, y creo que muchos de ustedes
estarán de acuerdo conmigo, que toda persona rectamente orientada y con
sinceros deseos de servir a la humanidad tiene asegurada en el nivel que le
corresponda, a igual que los verdaderos discípulos mundiales, la protección e inspiración
de Aquellos hendidos Seres que desde los planos ocultos guían la evolución
planetaria, constituyendo esta realidad un potente estímulo espiritual para los
hombres y mujeres de buena voluntad del mundo. Para terminar este Prefacio,
debo testimoniar mi sentido y profundo agradecimiento a los amigos de la Junta
Directora de la Escuela Universalista de la Nueva Era que gentilmente Pusieron a
mi disposición su Sala de Conferencias, por la oportunidad que me ofrecieron de
establecer contacto con selectos grupos de aspirantes de cuya amistad me honro
actualmente y cuyo sentimiento de adhesión y renovado espíritu me alentaron
para seguir adelante con esta obra de difusión esotérica. Deseo de todo corazón
que el espíritu de fraternal unión y convivencia que presidió siempre aquellas
esotéricas convenciones, se introduzca también en el ánimo de ustedes y les
permita, igual que a nosotros, ser dinámicamente conscientes de la obra de la
Jerarquía Espiritual aquí en la Tierra.
VICENTE BELTRÁN
ANGLADA Barcelona, enero de 1978