Dignificar la vida

«Como siempre, la tarea del discípulo es solamente una: «Dignificar la Vida» a través de una utilización cada vez más correcta de la Forma, lo cual sólo será posible si nuestra mente se esfuerza constantemente por penetrar en el mundo de los significados internos.»

Del libro «Estructuración dévica de las formas», página 23 edición digital