Publicada el 15 de diciembre de 2010 por Equipo VBA
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Es decir, y ya lo hemos manifestado muchas veces, cuando estamos muy atentos a una cuestión la mente desaparece, porque la mente no ha sido creada solamente para edificar pensamientos sino que ha nacido para extenderla a fronteras inimaginables dentro de las cuales se confunde con la propia memoria cósmica, y entonces es maravillosa la mente como contenedor no de recuerdos personales, no de subconciencia individual sino de subconciencia cósmica, y esto es la revelación y esto es la iniciación, y esto es la liberación, sea cual sea el nombre que se le asigne, que es el motivo de la inmanencia del hombre cuando se convierte en trascendencia. No es un esfuerzo de titán, tampoco es una conquista, es un descubrimiento. Es decir, la verdad nunca será conquistada, exige ser descubierta y vivida íntegramente.
Es decir, que la perfección no existe como una meta sino como un movimiento, y cuando la persona sigue al movimiento no se preocupa de si es perfecto o no lo es, si es iniciado o no lo es, ni se preocupa de las elucubraciones mentales, es simplemente un movimiento y el movimiento lleva paz, lleva seguridad absoluta, lleva eternidad, no lleva simples conceptos descriptivos ni el análisis de cualquier cuestión por importante que sea, porque la mente, como decía el Maestro Dwjall Kull es asiento sólo de pequeñas verdades mientras que el corazón contiene toda la verdad del universo, de ahí la importancia que se le asigna al corazón dentro del Agni Yoga, el yoga de la nueva era; no existe una técnica definida para integrar a una persona dentro del corazón, sino por la vía de que sea muy consciente de cuanto pasa a su alrededor, que no establezca fronteras mentales entre unos y otros, y que por lo tanto al desaparecer las fronteras surge algo mejor que todas las fronteras mentales; como consecuencia surge un movimiento de liberación, y este movimiento liberador seguido constantemente, suavemente, sin esfuerzo lleva a la totalidad del ser. No es la perfección de un estado, porque la perfección de un estado siempre indica estado de conciencia, me refiero a aquella conciencia que carece de estados. Por lo tanto, está dentro de la integridad de la naturaleza, no tiene porqué luchar, no tiene fronteras con las cuales establecer diferenciaciones, la fraternidad no es una simple palabra que ha sido gastada por el uso, y todo cuanto está integrándose dentro de sí son valores absolutos, pero sin preocupación porque el último lazo que enlaza al hombre en la vida es la conciencia de la propia vida, y aún esta conciencia de la propia vida tiene que desaparecer para que la Vida sea; todo ha sido consumado, como en el cuadro de la crucifixión; cuando todo ha sido consumado entonces no hay opción, existe una liberación total de la cual nada podemos decir porque no la hemos experimentado, y el que la experimenta no la puede reproducir porque es algo tan íntimo, tan cósmico que sólo los hombres cósmicos la pueden revelar.
Conferencia 13 junio 1981