Publicada el 10 de junio de 2010 por Equipo VBA
Deja un comentario
Muchos aspectos de este Tratado deberán ser considerados más con la intuición que con el juicio analítico, más con el corazón que con la mente. Se trata de introducirnos en el secreto mismo de la Creación y tal secreto, por paradójico que parezca, forma parte de la propia vida humana constituyendo el dinamismo de la acción particular regida por una actividad cósmica, de la misma manera que los átomos que constituyen nuestros vehículos de expresión en cada plano obedecen a nuestra propia evolución espiritual y, pese a su extraña pequeñez y aparente insignificancia, tienen asignada también la revelación de un secreto cósmico.