Entonces, ¿cuál será el verdadero campo de servicio para cada uno de nosotros? No hay que preocuparse de inmediato sino vivir atentamente, serenamente expectantes, acordaos de estas dos palabras: La Serena Expectación. Esta atención suprema hacia lo que Dios nos está enviando constantemente a través de cualquier acontecimiento de cualquier persona, de cualquier hecho, porque la Vida de Dios está envuelta en cada uno de los acontecimientos que nosotros rechazamos por sistema o por comodidad o por miedo, todo cuanto Dios nos está enviando a través de la familia , del grupo social dentro del cual estamos inmersos, dentro de nuestras profesiones que no siempre están de acuerdo con nuestros gustos y preferencias, y también dentro del contexto social que nos envuelve, para sentirnos unidos y al propio tiempo independientes.
Conferencia 17 de febrero de 1983