Entonces, el servicio mejor que cualquier esoterista, cualquier discípulo puede hacer en bien de la humanidad es hacerse radiante, hacerse magnético, irradiando constantemente la energía del alma. Entonces, el servicio es constante, no depende del momento o de una persona o de una situación cualquiera. La energía que estamos liberando va directamente allí a donde está nuestra mente o donde está nuestro corazón.
El Espíritu de Grupo y su poder curativo. Conferencia de 18 de noviembre de 1982.