La adaptación es cultivar el silencio

Y aquí hay nuevas tendencias, las tendencias buenas y las malas luchando, ¿cómo vamos a aceptar una situación pisceana con una posición, o una decisión, o un acontecimiento que es típicamente acuariano? No se puede adaptar, se puede comprender y después pasar adelante. ¿O es que hay una transigencia entre el espacio y el tiempo? El tiempo siempre está reaccionando dentro del espacio, y el espacio –que es una entidad dévica- carece de reacción y, sin embargo, participa de todas las reacciones temporales. Y aquí hay un tema de meditación para los esotéricos. Tiene que llegar a comprender que cuando hablo del silencio hablo del espacio, y cuando hablo de la torre de marfil me refiero al tiempo. Y siempre estamos en ambas vertientes: en tiempo y espacio, y cuanto más espacio tenemos dentro de la mente menos tiempo tenemos en la mente, menos subterfugios, menos astucias mentales, menos conclusiones, menos afirmaciones de la personalidad, menos nada, menos todo. Y yo creo que nos estamos entrenando en grupo para llegar a una situación de esta categoría, iniciática, podríamos decir. Si no lo hacemos así, sufriremos mucho, si queremos de veras introducirnos en el Sendero espiritual, Sendero con mayúscula. No es un sendero perdido en el bosque, no es tampoco un atajo, es un Sendero que nace del corazón, es la tela de la araña sobre la cual la araña se transporta. Nosotros estamos creando también una especie de hilo que nos conecta con la Divinidad. Nos parece un sacrificio constante de adaptación, sin reacción. Se puede atar uno con la reacción, sí, con el esfuerzo, pero si hay una comprensión serena, si hay una serena atención hacia los acontecimientos, si somos capaces de comprender a los amigos, a los hermanos, a los seres queridos en virtud de esta comprensión vamos siendo adaptables, la recompensa no está en el tiempo, está en el espacio, en el espacio multidimensional de la conciencia divina. Y todo cuanto hagamos para esto, volviendo como hace el pez que se muerde la cola, volviendo al principio de lo que he dicho. Lo más interesante para llegar a la adaptación es cultivar el silencio, y no voy a dar ninguna técnica de silencio porque si os gusta el silencio llegaréis sin esfuerzo. Si creéis que es una técnica a la que hay que llegar al silencio, partiendo de la objetividad del pensamiento, entonces empezaréis a luchar y me haréis responsable a mí de vuestra lucha o de vuestra resistencia, lo cual sería falso, porque nunca he dado ningún sistema de pensamiento, nunca he dado ningún ejercicio. Siempre he dicho: estad atentos, simplemente, porque la atención lleva como consecuencia, cuando llega a un grado superlativo, al silencio completo de la mente. Es tal la adaptación de este silencio que la persona ya no tiene porqué luchar contra alguien, contra algo, está por encima de la lucha. Y, si algo aprendemos en estas pequeñas reuniones que son para vosotros y para mí, de contactos ashrámicos, llegará el momento en que os sentiréis dentro de un Ashrama y en contacto con el Maestro, y todo habrá venido por obra y gracia de vuestra adaptación, no por vuestro esfuerzo físico, emocional o mental, sino por este sentido de comprensión  que exige cualquier situación, cualquier persona, a la que podamos adaptarnos, a los acontecimientos o a la persona.

Conferencia 13 septiembre 1984