El propósito de escribir este libro surgió espontáneamente al considerar la calida y entusiasta respuesta de un gran número de lectores a los artículos que bajo el lema común de “LAS LUCES DE MI ASHRAMA” eran publicados regularmente en la revista “CONOCIMIENTO” de Buenos Aires. |
PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION
Al releer
“LA JERARQUIA, LOS ANGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD” con vistas a su segunda
edición, he sido consciente de lo mucho que puede ser dicho todavía acerca de
cada uno de los temas expuestos, singularmente en lo que a la vida de relación
del ASHRAMA se refiere y a la evolución interna de sus miembros constituyentes.
Dicha evolución, expresando capacidades de percepción mental y aptitudes para
el servicio creador, así como una iniciación progresiva en los Misterios
sagrados de la Divinidad, fundamento esencial de la vida de cualquier ASHRAMA
de la Jerarquía, motiva la polarización primero y posteriormente el ingreso en
otro ASHRAMA de evolución superior dentro de la línea del propio RAYO. Otros
miembros “siguiendo los impulsos de su Espíritu”, acceden progresivamente a
ASHRAMAS del primer RAYO y aprenden a canalizar ciertas energías monádicas para
fines de servicio dentro de la Jerarquía, con lo cual no hacen sino pulsar
Notas distintas de la Gran Sinfonía Planetaria. En realidad, todos los ASHRAMAS
de la Jerarquía, a través de sus respectivos MAESTROS, están acercándose
progresivamente a “la Cámara Secreta de SHAMBALLA”, lo cual implica el
acercamiento a aquel destino inevitable de perfección que sólo el Gran Regente
del Mundo, SANAT KUMARA, conoce en sus más íntimas y misteriosas profundidades.
Estas
ideas, antaño secretos iniciáticos y por tanto prácticamente inaccesibles para
la inmensa mayoría de la humanidad, chocarán quizás con la mente objetiva de
muchos de los sinceros aspirantes espirituales del mundo moderno que consideran
que “lo más prudente seria guardar silencio con respecto al Misterio de
SHAMBALLA”. Yo, por el contrario, opino que el momento presente es propicio
para revelar estas cosas del Espíritu y que ha llegado el momento en que, tal
como anunciara CRISTO, “las cosas del Reino de Dios debe ser publicadas a viva
voz por las calles y plazas públicas”.
La
polarización y tendencia de ciertos miembros de un ASHRAMA a otro de evolución
superior constituye un hecho natural y corriente, aunque pueden a veces
transcurrir largos períodos de tiempo y sucederse muchas vidas dentro del mismo
ASHRAMA, contribuyendo a la “expansión en el mundo de las enseñanza” del
MAESTRO. Pero, hay que señalar también el hecho de que el MAESTRO evoluciona
también dentro de la línea del propio RAYO siendo cada vez más consciente de
las energías del Logos Planetario que infunde Su Vida a aquel RAYO, de manera
que un ASHRAMA cualquiera de la Jerarquía es “un centro de radiación magnética”
en el que inciden “en cualquier momento del tiempo” una gran variedad de
energías de carácter universal. En lo que a nuestro ASHRAMA se refiere citaré
las más importantes: las que provienen directamente del Logos planetario de
nuestra Tierra por medio de Su expresión Única SANAT KUMARA, las del Logos
Planetario del Rayo específico al cual pertenece el Maestro (en el caso
específico de nuestro ASHRAMA de segundo RAYO estas energías proceden del Logos
planetario de Júpiter), las de CRISTO, el Avatar del Amor en nuestro planeta,
Cabeza visible de la Jerarquía planetaria y transmisor directo de las energías
de Segundo RAYO del propio LOGOS SOLAR y las energías espirituales que
provienen del gran ASHRAMA del Maestro KUT HOOMI, (KH. en abreviación
esotérica), así como las energías que se exteriorizan y entrefunden por efecto
de los contactos específicos entre los distintos ASHRAMAS de la Jerarquía
dentro de la séptuple variedad de
RAYOS
expresivos, constituyéndose así polarizaciones y conjunciones magnéticas cada
vez más íntimas y profundas de energía solar, eléctrica y espiritual. Hay que
referirse también a la aportación por humilde que aparezca ante la visión
cósmica aunque muy preciosa desde el punto de vista de las consecuencias
humanas, de todos y cada uno de los miembros del ASHRAMA expresando iniciativas
variadas y particulares campos de servicio, siendo cada cual un vehículo del
Maestro en ciertas obras definidas de carácter benéfico, instructivo y social.
Así, la vida interna de un ASHRAMA a través de siete definidos círculos
concéntricos de energía, representando estados de conciencia evolutivos dentro
del ASHRAMA, se extiende desde el Centro más profundo, el Corazón del MAESTRO,
hasta la periferia del séptimo de los círculos concéntricos de expansión
ashrámica, llegando así a las mentes y corazones de un incalculable número de
seres humanos.
Naturalmente,
no pretendo reescribir “LA JERARQUIA, LOS ANGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD”
dotándole de más profunda potencialidad analítica. Estoy seguro que los
lectores serán conscientes de que la evolución, expresándose como renovación de
características humanas, nos va haciendo a todos cada vez más profundamente
observadores, analíticos e intuitivos. Podemos decir así que “…lo escrito,
escrito está, pero la mente continua proyectándose hacia adelante".
Tengamos en cuenta también que el mayor de los Misterios, el que verdaderamente
revela la elevación o exaltación espiritual de cualquier alma humana es el
sentimiento de humildad y el reconocimiento sincero de que nuestra obra siempre
puede ser mejorada por grande que aparezca ante nuestros ojos o ante los de los
demás. Todos tenemos ante nosotros una meta familiar y social de carácter
inmediato y otra espiritual de Iejanísima perspectiva que se hunde en las
profundidades del Misterio… Unos se pierden en la sed imperiosa de lo
inmediato, de lo personal, otros viven más profundamente advertidos de aquella
Meta lejana de insondable perspectiva, que si bien les priva del gozo efímero
de lo inmediato les dota sin embargo de la visión de lo eterno y de la audición
del más lejano grito clamando por comprensión humana y por misericordia
social…
Creo,
sinceramente, que “LA JERARQULA, LOS ANGELES SOLARES Y LA HUMANIDAD” ofrece
simultáneamente estas dos definidas vertientes, la inmediata y la lejana, y que
es debido quizás a este hecho que el libro haya obtenido una muy notable
difusión. En todo caso, y aún haciendo énfasis a la cualidad esotérica de los
textos, puedo afirmar que las ideas contenidas en ellos penetran profundamente
el corazón de los lectores sin menoscabo alguno de su integridad mental. Tal es
la regla esotérica, bellamente expresada en el conocido axioma: “La verdad
convence sin atar y atrae aún sin convencer”. El convencimiento viene
progresivamente a medida que el aspirante, lleno de sinceridad y buena
intención va hollando el Sendero y perfilando en su interior aquel destino de
luz para el cual fue programado por la Divinidad. El relato de ciertas
experiencias espirituales en el devenir de mi vida personal y su
correspondencia aclaración desde un ángulo esotérico ofrecen también una
garantía de comprensión y de consiguiente asimilación por parte de los lectores
cualquiera que sea su formación espiritual o intelectual.
Reitero
finalmente mi agradecimiento a todos cuantos contribuyeron a la preparación,
edición y expansión de este libro el cual, por su carácter específico y tal
como afirmé en el prefacio de su primera edición, no es la obra de una
individualidad determinada, sino que fueron muchos los que cooperaron en el
mismo con particular devoción, con el mejor de sus esfuerzos y con el
permanente estímulo de su oración constante
Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, Enero de 1976