Las grandes expansiones del espíritu creador, las infinitas tendencias religiosas, las dinámicas concepciones de vida, la evolución espiritual de todas las características humanas, toda cualidad, virtud o tendencias a la unificación de destinos, así como el desarrollo mismo de la conciencia social humana, son la obra del Ángel Solar, de Aquél a quien constantemente invocamos cada vez que nuestro corazón sufre o cuando cualquier penosa interrogante asalta nuestra mente.
Al final del proceso mágico de la vida humana, cuando todo soporte de razón, de vida y de conciencia aparentemente ha desaparecido, se halla el Ángel Solar abriéndonos los brazos y mostrándonos definitivamente con la irradiación de su aura y el testimonio vivo de su Presencia, la senda de luz que recorren los Grandes Seres en su incesante caminar por las indescriptibles e insondables avenidas del Cosmos Absoluto.
La Jerarquía, los Ángeles Solares y la Humanidad. 1ª edición digital, pág 26