La perfecta silenciación mental

Podría añadir quizás dentro de este orden de ideas que el hombre habla (el sentido creador del Verbo) y que el deva escucha (la Voz del Silencio). El hablar y escuchar, la invocación y la evocación, armoniosamente compenetradas constituyen la síntesis de todas las cosas existentes. Pero, esta compenetración natural entre los hombres y los devas sólo puede provenir del esfuerzo humano por silenciar progresivamente sus apetencias personales y del creciente desarrollo de sus poderes invocativos.
 
Respecto al discípulo debemos indicar que el resultado de sus esfuerzos de apaciguamiento mental-espiritual es la conquista de la intuición, siendo ésta el Antakarana o vehículo de luz superior por el que asciende a las sublimes alturas donde establece contacto con el Maestro, con su propia Alma inmortal, con sus condiscípulos del Ashrama y con los Devas, las fuerzas vivas de la Naturaleza. De cada una de estas Fuentes superiores recibe el discípulo las inspiraciones precisas y el poder necesario para manifestar ostensiblemente en la vida la gloria revelada de un perfecto Hijo de Dios, gloria hacia la cual tiende incesantemente dejando en cada recodo del Camino jirones de honra y de bienes personales.
 
Cada uno, dentro de la particular esfera de relaciones impuestas por su karma personal, puede prepararse también para estos contactos trascendentes empezando desde ahora un lento y callado proceso de silenciación de todos los innecesarios e inútiles deseos y pensamientos albergados todavía en su ánimo y que les impide acercarse limpiamente a la Realidad espiritual que constituye la esencia de sus propias vidas. Dediquen unos momentos de su vida cotidiana a esta sencilla pero universal tarea.
 
No hay que olvidar las palabras de Madame H. P. Blavatsky, cuando decía: “La mente es la matadora de lo Real”, es decir, de la intuición, pues nuestra mente concreta o inferior a la que se refiere concretamente este axioma, es constantemente un hervidero de pensamientos, conceptos figurativos y opiniones contradictorias que impiden entrar en la suave quietud de la vida espiritual. Insistiendo sobre este punto, y para desvanecer posibles dudas, debo afirmar que la perfecta silenciación mental no comporta en manera alguna la aniquilación de la mente concreta o intelectual, sino el sabio gobierno de ésta por la Voluntad superior que la puede utilizar entonces como un delicado instrumento de relación y contacto con los tres mundos de la evolución humana.

La Jerarquía, los Ángeles Solares y la Humanidad, Pág 168