La voz de los Ángeles

Es decir, que si realmente aceptamos como básica, como lógica e ideal, la idea de que somos discípulos, entendiendo que el discípulo es simplemente un hombre y una mujer de buena voluntad que tratan de vivir cordialmente con los demás, que además tratan de descubrir mediante la investigación mental el Reino de Dios, ya sabrán lo que hay que hacer, ya sabremos lo que hay que hacer, todos estamos en este supuesto, por lo tanto, la técnica, la buena voluntad cogerá al deseo, lo liberará del impulso inicial que lo apega a las cosas y rápidamente se sumergirá en el mundo de los ángeles. Y ahí está el quid de la cuestión, ahí está el quid del por qué el hombre puede liberarse de las enfermedades, porque ya no lucha sólo, porque ya lucha con las tremendas fuerzas de la naturaleza que un día dieron vida a nuestro universo, estamos trabajando con materia angélica desde el principio de los tiempos y no nos hemos dado cuenta hasta ahora, y ahora que nos damos cuenta solamente haremos revivir aquel impulso señalado por las palabras de Cristo “llamad y se os abrirá, pedid y se os dará”, porque entonces cuando llamemos tendrá un sentido nuestro llamamiento porque existen aquellos que están cerca de nosotros constantemente que son nuestros intermediarios entre nosotros y la Divinidad, y entre nosotros y esta obra de destrucción de todas las entidades que constituyen las enfermedades en el plano psíquico y en el plano de la mente. Y, naturalmente, este silencio que embarga los sentidos y el ánimo y la mente cuando estamos buscando el Reino de Dios es la salvaguarda de que existe un poder que nos apoya, y la paz que siente nuestro corazón en ciertos momentos de nuestra vida es la voz de los ángeles que está diciéndonos “estamos aquí y te estamos ayudando, solamente tienes que alargar una mano para que nosotros ofrezcamos la otra”. Ahí está la técnica del Devi-yoga, el yoga de esta Era de Acuario que estamos viviendo, y a partir de aquí existe un tremendo campo de expansión esotérica para poder explicar cosas que existen en el Reino de Dios que es el reino que estamos viviendo y que desconocemos.

Conferencia 8 de julio de 1977