Como Uds. podrán comprobar, he eludido muy intencionadamente términos tales como «control mental», «disciplina de la conducta», o «atención autoimpuesta». Se supone al introducirnos en las fértiles avenidas del AGNI YOGA que muchas de tales razones fueron trascendidas en el pasado o están en proceso de serlo en la actualidad. No les asignaremos, por tanto, un valor fundamental a tales aspectos psicológicos.
Todos los Yogas conocidos hasta este momento, el HATHA YOGA, el BAKTI YOGA y el RAJA YOGA –mencionando sólo los principales que corresponden a la línea ejecutoria dentro de la evolución de las tres grandes Razas raíces– exigieron esfuerzos de entrenamiento y duras disciplinas…
La dificultad que se le presenta ahora al aspirante espiritual al intentar acogerse a las motivaciones superiores de su ser, a través del AGNI YOGA, son evidentes y arrancan del hecho natural de «no resistencia a la Vida», la cual viene jalonada de todos los acontecimientos y circunstancias que constituyen el nervio vital de la existencia. Así, todos los sucesos del tiempo, sea cual sea su calidad, han de ser integralmente comprendidos, lo cual significa que deberemos dedicarles toda nuestra atención, siendo esta atención una verdadera meditación causal que desliga el ánimo y la mente de todos los ejercicios meditativos realizados hasta este momento.”