Las reglas básicas del Agni Yoga (VI)

Lógicamente, y espero que todos estaremos de acuerdo sobre este punto, el pasar de las disciplinas de los Yogas conocidos a un Yoga que por su propia ley carece de disciplinas, exigirá una reorientación total de las energías de la personalidad hacia los aspectos más elevados de sí misma, allí en donde la mente conocida ha dejado de tener poder y eficiencia y ha perdido por completo la capacidad de imponer disciplinas…

Hay que pasar, sea como sea, por este trance duro que va desde el estado de NO SER, con sus innumerables estados de conciencia, a la Conciencia del SER ESENCIAL y NATURAL que en nuestros estudios esotéricos llamamos YO SUPERIOR o ÁNGEL SOLAR y desde este Centro de elevada tensión creadora iniciar la búsqueda de la Verdad, pura y simple, que se halla más allá y por encima de todas las cualidades de la mente. Este proceso consta de tres partes y no entraña, por poco que lo observemos, dificultades que no puedan ser salvadas por el sincero aspirante espiritual. Veamos:

a. El reconocimiento de la necesidad de liberarse de todos los estados de conciencia contenidos en el recipiente subconsciente del ser, a través del sistema discriminativo de la mente.

b. El paso de ese estado de conciencia que llamamos «sentido discriminativo de valores psicológicos» al de «discernimiento claro», que es la capacidad de elegir consciente y deliberadamente los aspectos más correctos y apetecibles de acuerdo con una situación dada, o impuesta por las circunstancias.

c. El movimiento natural que surge de la conciencia cuando la mente discernitiva, habiendo captado ciertos valores absolutos y trascendentes evocados de las profundas interioridades del ser, se abre como una flor a las motivaciones supremas del Corazón, el Centro de la Vida y de la Sabiduría espiritual.

Introducción al Agni Yoga. Vicente Beltrán Anglada. 1ª Edición digital, pags 28 y 29.