«…cada día tenemos un nacimiento cuando nos levantamos, tenemos un bautismo en cada uno de los actos del día, nos transfiguramos en cada nueva idea que surge en la mente, o en cada acto en bondad en sacrificio de los demás, nos crucifica la prueba diaria porque estamos sufriendo cada día por algo, especialmente al acostarnos será bueno que nos demos cuenta que podemos ascender hacia Él, donde está reposando siempre nuestra integridad espiritual.»
La Sensibilidad, conferencia 13 de Septiembre de 1975