«Si cuando hablamos de Dios -no en el sentido pragmático sino en el sentido metafísico, no en un sentido filosófico sino en un sentido muy íntimo porque lo sentimos alentar en nuestro corazón- nos damos cuenta de que todo lo que hasta aquí hemos adquirido carece de valor; y que el conocimiento ata por glorioso que sea, porque el hombre debe empezar a enfrentar las situaciones desde el ángulo de vista cósmico, y solamente podrá abarcar la grandiosidad del cosmos cuando su vida individual sea pura, libre y entre la fuerza íntima o el alma… Tiene ya el Redentor, no existe ya intermediario alguno, sea de la naturaleza que sea; porque si Dios está en nosotros -y en eso están de acuerdo todas las religiones del mundo- ¿por qué necesitamos intermediarios?…
El ingreso en un Ashrama de la Jerarquía Espiritual del planeta exige ciertos necesarios e indispensables requisitos, principalmente el desarrollo de la buena voluntad del corazón y un notable desenvolvimiento del principio mental. Posteriormente, del desarrollo y fusión de ambos aspectos surgirá esplendente el principio de la intuición que ha de permitirle al discípulo comprender el alcance de ciertas claves mágicas y realizar con éxito el trabajo preparatorio que ha de llevarle a la iniciación.
Diario Secreto de un Discípulo, pag 13
«Me pregunto si será posible algún día que establezcamos un reino en nuestro corazón, que es realmente la misión del hombre en la Tierra, teniendo en cuenta que cuando hablo de Cristo no hablo de una persona, no hablo de historia, del Cristo histórico; me refiero al Cristo Cósmico que está en el corazón de todos y que no obstante, debe desarrollarse al punto de crear el nexo de unión entre los otros reinos de Dios, lo cual significa que aquí en la Tierra podemos ser realmente cristianos a la vez que creadores y que por lo tanto, podemos crear un nuevo mundo basado en el Amor y en la Compasión, y no en la crueldad y el afán de conquista.»
De la conferencia Los Egregores, 1 de enero de 1981
«La paz no tiene argumento y la liberación tampoco. Si ustedes tienen paz, no piensan; dense cuenta de esta verdad. Solamente piensan cuando ustedes están sufriendo y entonces están pensando ¿qué me pasa? Pero cuando están dentro de la paz, ustedes no piensan en sus problemas porque no existen; existe el problema únicamente cuando ustedes lo están atrayendo porque el problema es un egregor en el nivel que sea.»
De la conferencia Los Egregores. 1 de enero de 1981
«Me pregunto si podemos atrevernos a enfrentar la realidad cara a cara por primera vez en la existencia y si podemos mantener este ritmo, esta armonía, esta quietud, este silencio místico en el corazón en todos los momentos de la vida. Es una aventura ¿verdad? Yo digo que es la máxima aventura de la conciencia.»
De la conferencia Los Egregores, 1 de enero de 1981