Un canto supremo de esperanza hacia el futuro

Si siguen atentamente todo el proceso conforme se ha ido desarrollando hasta aquí, se darán cuenta de que actualmente y pese a todas las contradicciones aparentes, la Luz del Misterio y el Testimonio de Gracia están más cerca que nunca del corazón angustiado de la humanidad. Se esperan pues cambios radicales por doquier y habrá que prepararse muy especialmente para que esta Luz no nos ciegue ni nos altere la grandiosidad infinita de esta efusión de Gracia.

 La fuerza viva del Misterio y el Poder que renueva todas las cosas están ahora más que nunca al alcance de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Sólo hay que esforzarse por vivir atentos a “los signos de los tiempos” que están marcando ya en la historia espiritual de la humanidad unas páginas de oportunidad, de belleza y de armonía imposibles de describir. Acuario, el Aguador Celeste, está derramando ya sobre nuestro mundo aquella “Agua de vida” a la que tantas veces se había referido Cristo, avizorando en las profundas reconditeces del Misterio la época dorada que recién ahora empezamos a vivir. Todos los “sedientos” de la Tierra tienen ahora la oportunidad de beber, de gustar en sus más místicas profundidades internas la frescura infinita de aquella agua de vida y de fortaleza, de amor y de equilibrio que debe calmar para siempre la sed de todo deseo, de todo conocimiento y aún de la propia redención. Que la sincera plegaria de todos los peregrinos de la Tierra que intentan llegar a Dios sea pues este Mántram afirmativo que ha de consumar dentro de sus corazones la gloria de sus mejores sueños e ilusiones:

QUE LA LUZ LIBERADORA DEL BUDDHA

EL AMOR INFINITO DEL ESPÍRITU DE LA PAZ

Y EL PODER INDESCRIPTIBLE DEL AVATAR DE SÍNTESIS

RESTABLEZCAN EL PLAN DE DIOS EN LA TIERRA.

“La Jerarquía, los Ángeles Solares y la Humanidad” (Pág 167)