Entonces, si somos amables, en el sentido espiritual de la palabra -lo cual significa que nuestra vida estará completamente abierta a la sociedad, que seremos realmente una parte dentro de esta sociedad, pero una parte sin reacciones-, la humanidad tendrá que cambiar forzosamente, porque habremos impuesto sin darnos cuenta un ritmo nuevo a nuestras propias relaciones y, el discípulo -y todos podemos ser discípulos- se caracteriza precisamente porque dentro del contexto social del cual forma parte, ha creado un vacío de plenitud. Dense cuenta de la paradoja, un vacío de plenitud.
El Agni Yoga en la Vida Social Humana, conferencia 24 de mayo de 1981