Agni Yoga y la Voluntad de Dios

Y, como consecuencia de todo cuanto vamos estudiando o investigando,  hay que tener en cuenta que el Agni-yoga, que opera dentro del corazón y no a través de la mente, ya no se presenta a nosotros con un carácter exclusivo de buscar una verdad intelectual, sino que se presenta bajo el objetivo supremo de que cada uno de nosotros nos convirtamos en la propia verdad, es decir, en la propia sabiduría de la Divinidad, sin temor a arrostrar este gran hecho sintomático dentro de la vida social del mundo, dentro del cual hay tantas tensiones y tantos conflictos. Voy a decirles a ustedes que Agni-yoga, tan sencillo de explicar y tan difícil de realizar, tiene como objetivo supremo hacer que el individuo se reconozca a sí mismo como una parte inseparable de la propia Voluntad de Dios, y que aprenda a distinguir entre su pequeño libre albedrío personal –que siempre limita sus capacidades creadoras- y la Voluntad Omnipotente de la Divinidad. Significa, tal como nos aseguran los grandes textos del pasado dentro del campo esotérico, que el hombre, que es el Hércules de la Tradición, debe realizar Doce Trabajos dentro de su corazón para poder redimirlo del fruto del tiempo, es decir, que es dentro del corazón en donde el tiempo tiene que disminuir al extremo de que no exista ninguna noción de tiempo y dar lugar a que el corazón se convierta en el espacio más allá de toda medida que es la Voluntad de Dios, o que es el Amor de Dios, porque amor, voluntad e inteligencia siempre son la misma cosa, son aspectos  del Propósito de la Divinidad en tiempo y espacio.

Conferencia 22 mayo 1981