De ahí lo que les decía también -y no quiero cansarles mucho-, de que tratar de descubrir la verdad y revelarla no es una materia de disciplina, no es un ejercicio mental de aproximación a algo, sino que es un deber social que posee y debe mantener el hombre de nuestros días, el hombre inteligente de buena voluntad de nuestros días, porque hay una palabra en el Evangelio que posee un significado muy íntimo, es aquellas palabras que se pueden aplicar a los discípulos de no importa qué época en la vida planetaria, de “vosotros sois la sal de la tierra”.
La vía iniciática de Shamballa. Conferencia 23 mayo 1982