Ustedes saben que sólo hay un mensaje. Cada era, cada época distinta de la humanidad, tiene como finalidad penetrar más profundamente en el sentido de las cosas pero este penetrar es distinto en cada época y la presentación de la verdad con toda la serie de conocimientos esotéricos que tienen que ser trasladados a un público cada vez más ávido se tiene que aplicar de la manera más sencilla que sea posible porque la mente está cansada de acumular conocimientos.
A través del tiempo la humanidad ha crecido a través de los conocimientos pero ahora se presenta la oportunidad de dejar que la mente se baste a sí misma, si podemos expresarlo así y que, en vez de conocimientos, tengamos intuición. La intuición es el poder de llevar, a través de la mente, una paz a este mundo tan necesitado.
No se trata entonces de un mensaje jerárquico a la antigua usanza, de presentar un conocimiento más rico, más pleno, más inspirativo, porque esto se puede hacer por vía interna también, sino aplicar el lenguaje del corazón; y el lenguaje del corazón, aunque parezca una paradoja, viene presentado por un estímulo del Primer Rayo.
Conferencia en Rosario, 23 octubre 1985, inserta en el Libro “La venida del Instructor del Mundo”, 1ª edición digital, pág 45.