Y ustedes van siguiendo adelante sin compromiso alguno de su parte, sin establecer códigos o sistemas de disciplina para llegar adonde no hay camino, siguiendo únicamente impulsos que surgen de ustedes, aparte de ustedes, y que constituyen el dinamismo de la acción y este dinamismo convenientemente utilizado es serena expectación; y ustedes siguen adelante, más allá del punto que ustedes algún día en el pasado habían fijado como límite de su fe o de su propia esperanza. Y en este seguir adelante sin detenerse jamás serán testigos y observadores de un gran fenómeno cósmico que está sucediendo en su interior, que galvaniza todos sus vehículos, que se introduce en todos y cada uno de los átomos que constituyen los tres cuerpos, porque la atención será tal, que el cuerpo físico, el deseo y la mente, constituyen sólo un vehículo bajo la dirección del Ego y a través de la atención espiritual están viviendo y experimentando los tres mundos, y esto es serena expectación, y ustedes no se detengan.
Sigan adelante siempre, porque aquellos que se detienen pierden el contacto con la vida. Hay que seguir adelante siempre, el destino que fraguamos en épocas anteriores no tiene importancia para el investigador, el observador está siempre en el presente, viviendo cálidamente todos y cada uno de los momentos de la vida, pues esto libera del «Karma», nos libera del destino, nos convierte en la luz del Mundo, pues a través de la luz del Mundo habremos realizado el gran milagro de unificación dentro de nuestro corazón, de todos los reinos de la naturaleza, y esto es serena expectación, y ustedes no se detengan, continúen adelante siempre, venciendo la inercia de los sentidos, de los temores, de la propia esperanza en el futuro y así irán moviéndose, actuando y viviendo, pues esto es la serena expectación.
Conferencia de 14 octubre 1985