Fuerza y Responsabilidad los dos ejes mágicos de la evolución superior del discípulo

Antes de introducirnos en esta misteriosa galería a la cual hago especial referencia por constituir una experiencia personal muy directa, nos encontramos ante una pesada puerta de piedra de unos tres metros de alto por dos de ancho. De espaldas a ella y mirando hacia nosotros en actitud fiera y con disposición de atacarnos, dos gigantescos ASURAS nos cerraban el paso. Iban armados con lo que a mí me parecieron sendas horcas o afilados tridentes, cuyas agudas puntas de un metal muy brillante estaban dirigidas hacia nosotros.

Bastó sin embargo, que mi amable guía pronunciase un indefinible aunque agudísimo mántram para que depusiesen inmediatamente su actitud y se apartasen respetuosamente cada cual a un lado de la puerta. Esta fue abriéndose entonces silenciosamente y penetramos en otra galería menor que nos condujo a una Estancia muy espaciosa e intensamente iluminada, donde se hallaban reunidas muchas personas, todas ellas en místico y religioso silencio. Nadie pareció advertir nuestra presencia, pero mi amigo R., tomándome del brazo me condujo a un lugar determinado donde pude distinguir a algunosde mis condiscípulos más avanzados del Ashrama, quienes me sonrieron muy afectuosamente. Esta fue la primera vez en esta presente vida que penetré conscientemente en uno de los Santuarios secretos de SHAMBALLA. Me enteré a su debido tiempo, de que aquella ‘Estancia’ estaba destinada a infiltrar fuerza y responsabilidad en el alma de los discípulos espirituales del mundo, convenientemente cualificados en el orden interno. (La Fuerza y la Responsabilidad constituyen los dos ejes mágicos de la evolución superior del discípulo, alrededor de los cuales se van tejiendo sus características de Servidor del Plan.)