La propia vida es la única disciplina

Pregunta.─ Le solicitaría a nuestro amado hermano que nos diga, qué ejercicio podría ser dado para todos nosotros, para unificarlo en un trabajo de conjunto, y que pueda ayudarnos a mejorar las energías y hacer la propuesta de despertarlas hacia lo que usted nos estaba diciendo hacia la nueva etapa, las nuevas fuentes que tenemos que tratar de explorar.

Vicente.─ Usted me hace una pregunta que me han hecho infinitas veces ya, porque todo el mundo quiere un ejercicio y siguiendo este ejercicio llegar a una finalidad, pero, ¿se dan cuenta de que cuando una persona ofrece un ejercicio está creando un karma?, de ejercicio precisamente. Como digo, estamos viviendo una era totalmente nueva y estamos adaptándonos a esta Nueva Era de una forma similar a como hicimos en el pasado, lo cual quiere significar que no podemos comprender exactamente qué es lo que esta era trae para nosotros. Si le ofrezco a Ud. o a Uds. una disciplina, Uds. se atan a mí por la disciplina y yo si se las doy me ato a Uds. por la disciplina. Me pregunto, y les pregunto a todos Uds., ¿podemos vivir sin disciplinas o hacer que la disciplina sea la propia vida? Es decir, si Uds. están muy atentos, como ahora, Uds. están naturalmente disciplinados sin que su voluntad intervenga, pero si doy una disciplina, Uds. adoptarán la voluntad, la plegarán a la realización de esta disciplina, y esta disciplina quizá no pueda ser adecuada para usted porque toda persona es singular, no es un rebaño, no constituye un grupo meramente inoperante o amorfo, sino que los grupos deben estar constituidos por singularidades individuales, es decir, con personas altamente dispuestas a la acción más allá de la disciplina. Cuando Ud. está muy atento ¿tiene usted una disciplina?, está atento sencillamente, está comprendiendo el alto significado de lo que se presenta a su opción o a su elección, porque cuando la vida nos presenta algo, este algo es una totalidad, no es un fragmento de una totalidad, es simplemente la totalidad, y si nosotros nos embarcamos en una disciplina, esta disciplina solamente podrá captar una pequeña parcela de esta absoluta realidad, y es por esto que jamás asigno disciplinas, pero les digo a las personas: estén atentos siempre, porque la atención no es una mera disciplina sino que es un deber social, y este deber social es el que hay que emprender como disciplina, si es que podemos asignarle este nombre a nuestro deber social. El deber social es ser humano y comprensivo con los demás, y muy profundo en el pensar, y esto jamás lo dará una disciplina.

Conferencia de 7 octubre de 1985