LA TELEPATIA Y LA SERENA EXPECTACIÓN

Tal como nos había aconsejado oportunamente el Maestro “la receptibilidad telepática era un resultado de nuestro trabajo de silencio mental”. “Cuando vuestra mente sea enteramente vulnerable -nos decía- y su actividad natural sea la serena expectación, entonces seréis realmente telepáticos, no sólo para recibir mensajes mentales, sino también para consciente y adecuadamente transmitirlos”

La serena expectación mental y no la potencialidad discursiva de la mente, será el instrumento esencial de los discípulos del mundo para poder ser admitidos en el seno de los Ashramas y prepararse activamente para la Iniciación. En tal trabajo de preparación -según habrán Uds. podido observar- la mente actuará como un centro permanente de iluminación espiritual y no como un simple depósito de recuerdos y de variados pensamientos.

Esta conciencia o facultad mental fue desarrollándose progresivamente en mí a medida que iba asimilando las técnicas del entrenamiento ashrámico. En un principio los mensajes telepáticos recibidos desde el Ashrama eran registrados muy débilmente dentro de mi cerebro físico, como los balbuceos de un recién nacido. Poco a poco los mensajes transmitidos hallaron un mayor eco dentro de mi conciencia, hasta que un día llegué a percibir nítidamente dentro de mí la Voz del Maestro con Su inconfundible sonido musical y pude captar claramente cuanto El quería decirme. A partir de aquel momento mi receptibilidad telepática se hizo casi perfecta y podía distinguir perfectamente la voz característica de mis compañeros del Ashrama. La voz -o la interpretación por parte mía del pensamiento del Maestro, de R… o de mis compañeros de grupo- venía a mí en forma natural, sin previo esfuerzo de concentración.

VBA-Los Misterios de Shamballa