Los Ángeles y la energía

Bien, empezamos hoy, sirva esto de preámbulo, un examen de las causas de la energía, y ustedes se preguntarán ¿cuáles son estas causas? La misma causa que produce la vibración de mi voz y que si poseyésemos la suficiente integración espiritual veríamos que son formas geométricas que llegan a sus mentes y las personas que no son mentales, de tipo devocional, verían eso en forma de color que está adueñándose de su corazón, entraríamos en el principio del reconocimiento de los ángeles como factores de energía, liberados del manto de la tradición, liberados de todo concepto místico, entrando así el ángel en el campo dinámico de la ciencia y progresando así como una de las corrientes de vida dentro de la humanidad o dentro del planeta Tierra, con un fundamento especial, una corriente distinta pero paralela.  
 
El universo que conocemos es eminentemente físico, objetivo, tangible. ¿Pueden aceptar ustedes siquiera como hipótesis el que existe un universo paralelo y que este universo es subjetivo, y que por lo tanto no tenemos todavía desarrollada la mente para poder percibirlo? ¿y que con nuestros cinco pequeños sentidos escasamente desarrollados intentamos medir el cosmos y caemos en el orgullo y caemos en la desilusión porque nunca conseguimos ningún fruto en nuestras investigaciones.  Bien, todo cuanto hasta aquí hemos venido diciendo son cosas esotéricas, y las conversaciones esotéricas significan que no vamos a detenernos en las cosas objetivas o en el mundo fenoménico. El mundo fenoménico está aceptado rigurosamente por la ciencia, por lo tanto existe. Lo que intentamos hacer en nuestras conversaciones esotéricas es buscar aquello que hay más allá de la percepción sensorial. Y me pregunto si seremos capaces de ir más deprisa que la velocidad de la luz. Es un desafío a nuestra conciencia.
 

Conferencia de 14 enero 1978