«Todo se reduce, al parecer, a la simplificación de nuestra complicada vida personal, a crear un hilo luminoso o Antakarana de Luz que eleve nuestra conciencia y tratar de ser conscientes a medida que vamos ascendiendo de cuanto SUCEDE dentro y fuera de nosotros, ya que según me ha sido posible comprobar en el Ashrama, sólo la elevación de la conciencia sobre la verticalidad del Antakarana de Luz por encima de las incidencias de nuestra vida temporal puede deparamos una visión perfecta de la Realidad, una Realidad que no depende necesariamente de la amplitud de nuestros conocimientos esotéricos, sino de nuestra habilidad por evadirnos de las complicaciones habituales de la conciencia, las cuales nos atan inexorablemente al pasado y nos impiden percibir las cosas del presente con la debida y necesaria claridad.»
Mis experiencias espirituales, 1ª edición digital, pág. 16