“…el pasado, el presente y el futuro se hallan absolutamente implícitos en cualquier momento del tiempo y en cualquier lugar del espacio, dentro de este mágico sentido de dinámica abstracción que llamamos ‘el eterno ahora’…”
“El Ángel posee ese mágico sentido y la magnitud de tal visión le libra del sentido limitador del tiempo y de todas las complicaciones que el sentido del tiempo trae consigo para la mente humana. Sin embargo, el hombre posee consubstancialmente con su propósito espiritual de perfección la clave mística del eterno ahora de la conciencia, una clave que se va desarrollando en el transcurso de las edades y se manifiesta como un inmenso e inefable equilibrio entre la razón y el amor, entre la mente y el corazón… En la suprema calma y absoluto silencio que surge de tal equilibrio se halla la raíz espiritual de la redención del hombre y el principio de unificación del Reino de los hombres con el Reino de los Devas…”
Mis Experiencias Espirituales, página 68, 1ª edición electrónica