La Gran Fraternidad y sus discípulos

Interlocutor.—Cuando usted se refiere a la Fraternidad Blanca, viene a mi recuerdo algunas órdenes que se titulan tradicionalistas y sitúan ese término en un nivel solamente esotérico ¿usted también lo interpreta así?

Vicente.—¿La Gran Fraternidad Blanca, por ejemplo? Naturalmente, la Gran Hermandad Blanca o la Logia Blanca del Planeta, está ubicada en ciertos lugares secretos de la Tierra, pero se expresa muy, muy objetivamente, a través de los Discípulos Mundiales. Esta Fraternidad está establecida según un orden jerárquico muy particular y al propio tiempo trascendente, viene por jerarquización, y cada uno de los miembros de este Gran Centro que llamamos Fraternidad, se ocupa principalmente de ciertos Departamentos de Trabajo en el Mundo, sea el Departamento de la Política, de la Ciencia, de la Filosofía o de la Religión, o el Departamento que fuere. Entonces, cuando estos Emisarios, por decirlo de alguna manera, establecen contacto con seres humanos lo suficientemente esclarecidos, comprensivos y de buena voluntad, les atraen misteriosamente hacia la Fraternidad. Puede que los seres humanos no se den cuenta exactamente cómo y de qué manera son absorbidos hacia esta Gran Fraternidad, se sienten llevados hacia adentro, pues siguen una línea totalmente distinta de la totalidad de los seres humanos, y cuando el contacto es muy específico, entonces, a esta persona que penetra dentro de los límites o fronteras de esta Gran Fraternidad se les llama Discípulos o se les llama Iluminados o personas que buscan a Dios, sea cual fuere el aspecto social de su vida y sean cuales fueren las diferencias que surgen en su vida social-kármica. Lo que sí intento decir es que la Fraternidad Blanca está aquí y ahora, entre ustedes, dentro de ustedes, y que todos son llamados y todos serán elegidos, que no existe una diferenciación específica entre ustedes, los Discípulos, los Iniciados y los Adeptos; que la Iniciación constituye solamente unas metas relativas que conducen a metas más amplias. Esta es la primera de la Grandes Leyes del Aprender con respecto a la Gran Fraternidad.

Si trabajamos conjuntamente de una manera realmente fraternal, si vemos las cosas siempre desde arriba, no siempre desde un nivel horizontal que suele ser equívoco, nos daremos cuenta que la Gran Fraternidad está actuando en nosotros a través de nuestra comprensión y a través de la unificación social que estamos produciendo en virtud de este acercamiento. Hay que repetir que la Gran Fraternidad está aquí y ahora, y que ustedes están dentro de uno u otro de estos niveles de la Gran Fraternidad, que existe una jerarquización en la vida que todos podemos y debemos actualizar. Todos somos una jerarquía dentro del trabajo social, sólo debemos demostrar realmente esta jerarquía en la correcta acción, en la buena voluntad y en las grandes expresiones del amor.

Conferencia de 19 octubre 1985