Entonces, si tienen esta conciencia de grupo, jamás se sentirán limitados por ninguna estructura, porque las estructuras siempre encadenan al individuo que las ha construido y para vivir dentro de una estructura sin sentirse limitado por esta estructura, hay que ser muy inteligente. La inteligencia es un resultado del equilibrio entre la razón y el amor.
Cuando nos sentimos integrados realmente dentro del corazón y la mente está sirviendo de vehículo de la propia mente de Dios, lo cual significa que tendremos que efectuar dentro de la mente y el corazón una gran transformación; la transformación social, la creación de los ambientes, el triunfo de la democracia y de la libertad, no están fuera, sino dentro de ustedes. Si ustedes mantienen el ideal de libertad, de fraternidad y de justicia dentro del corazón, ustedes mantendrán una democracia estable porque lo externo depende de lo interno, siempre. El resultado de sus esfuerzos, gestados en un misterioso sufrimiento, ha traído como consecuencia la democracia que ustedes están gozando. Que la democracia establecida en la Tierra todavía no es perfecta, es obvio, el hombre todavía no es perfecto, pero marchamos hacia la perfección. Hay que ganarle a la vida por etapas. Las etapas de sufrimiento traen como consecuencia etapas de discernimiento puro, y éste enciende la luz del corazón que ha de convertirse en las rectas relaciones humanas.