No se puede llegar a un silencio mental si la persona no está muy atenta hacia algo importante, algo que suplante todas las pequeñas imágenes y los pequeños conceptos que están en la mente. Cuando la persona está muy atenta no debe de preocuparse por dejar su mente en blanco, que es lo que hacen ciertas escuelas de entrenamiento espiritual, que dicen: “voy a silenciar la mente” y, naturalmente, en la antesala del silencio empieza el gran jaleo de pensamientos que van y vienen, pero cuando la persona está muy atenta, supremamente atenta, el yo, la mente desaparece, solamente queda Dios, la atención, la voluntad del Creador tratando de investigar, tratando de crear, tratando de reproducir en el hombre aquello que es en las altas esferas celestiales. ¿Se dan cuenta? Luego, hay que partir siempre de conceptos claros. La atención es la actividad más grande que tiene el individuo, o la observación en general. Cuando ustedes están expectantes, serenamente expectantes, tratando de buscar algo que les interesa profundamente, la mente cesa en su fluir dedicado a los pensamientos y a las imágenes y a las formas normales. Desaparece todo y solamente queda la atención, y esa atención es el supremo contacto que tiene el hombre con los ángeles de la luz blanca que son los que llevan la mente del hombre al silencio. Y cuando hablamos del antakarana, cuando hablamos de este paso que va de este centro (ajna) al coronario debemos hablar de esta modalidad de devas de la luz blanca que crean el antakarana en virtud del esfuerzo humano, y cuando ustedes están atentos, cuando estamos atentos todos, estamos creando el antakarana, y los ángeles construyen el hilo de luz que nos transporta a lo superior en donde está lo avanzado de la Divinidad en el ser humano.
La creación obedece al principio de Voluntad, la decisión de crear de la Divinidad para construir su universo se basa, precisamente, en el ángel. El ángel es el elemento constructor de todos los elementos químicos, es el creador de situaciones kármicas, y cuando hablamos de los Señores del Karma estamos hablando de cuatro poderosísimos Arcángeles que están guiando la evolución del planeta Tierra, y esto lo sabemos desde el principio de los tiempos en que hemos empezado la investigación esotérica. No nos extrañemos de que progresivamente, conforme avanza la evolución, no tenemos más remedio que hablar de los ángeles en términos familiares como muchos de nosotros lo hacemos cuando nos referimos a términos como la Gran Fraternidad Blanca, la Jerarquía de nuestro planeta, o cuando hablamos de SHAMBALLA o cuando hablamos de los centros internos o cuando hablamos de los Maestros de Compasión y de Sabiduría, y cuando hablamos del proceso iniciático. Todo se basa en la ley de la creación y de la construcción, el paso que va de la esencia a la substancia es precisamente el trabajo de los ángeles. El ángel es impersonal por propia naturaleza, es la energía, toda la energía es impersonal. Vemos la bondad del árbol por sus frutos, ¿no es verdad?, por la calidad de una situación seremos capaces de ver la calidad del ángel o de la energía que ha provocado aquella situación. El hombre crea situaciones y de acuerdo con las situaciones que el hombre crea con su mente, con su emoción y con su conducta encuentra una réplica en los éteres, y entonces se suceden las situaciones kármicas y el ajuste de cuentas al final de nuestra vida. Entonces, no podemos separar la vida del hombre de la vida del ángel, son corrientes paralelas, hay un universo objetivo que conocemos y un universo subjetivo que desconocemos, sabiendo que existen formas que progresan a velocidades más allá y por encima de la velocidad de la luz, dándonos cuenta de que es la luz la que crea las situaciones objetivas que nos permiten visualizar, o percibir, nos daremos cuenta también que existe un universo entre nosotros, objetivamente hablando. ¿Seremos capaces de penetrar este misterio? Durante nuestras conversaciones acerca de los ángeles tendremos que enfrentar el problema, no de los ángeles en sí o de su propia existencia, lo cual para mí es relativo, sino la capacidad de investigación, o cómo nuestra mente puede estar intelectualizada hasta el extremo de solamente aceptar lo objetivo y negar lo subjetivo.
Conferencia 14 01 1978 (El Estudio de los Ángeles 1ª parte)
Al analizar subjetivamente las Formas invocativas que surgen del Centro planetario de la Humanidad, enraizadas en los deseos, esperanzas y temores de los seres humanos, nos encontramos siempre con la intervención dévica, la cual regula las expresiones etéricas de las fórmulas invocativas de acuerdo con los siguientes factores:
a) INTENCIONALIDAD.
b) Intensidad del Deseo.
c) Cualidad de Vida.
d) Sentida de Persistencia.
La Liturgia perfecta es un compendio de las cuatro cualidades básicas que acabamos de describir. Surge siempre de una gran Intención o Resolución, se intensifica por la fuerza del deseo o de la aspiración superior, se expande en grandes espirales de luz vivificadas por las cualidades espirituales del propósito creador y se mantiene supremamente vívida y expectante en el Espacio en virtud de la indomable perseverancia en el intento invocativo. Cuando estas cuatro cualidades han sido debidamente establecidas y desarrolladas en el corazón del hombre, tenemos, esotéricamente hablando, a un MAGO en potencia, capacitado para «invocar eficazmente» de las ALTURAS, fuerza espiritual y energía angélica.
Ahora bien, las Formas psíquicas creadas por la humanidad a través del tiempo han dejado impresas sus huellas en los éteres planetarios. Algunas de estas Formas son de carácter benéfico, como las creadas por la humanidad en la cúspide de sus gloriosas y aparentemente extintas civilizaciones, conteniendo elevados ideales, exquisita cultura, pensamientos sublimes y amor al bien. La utilización correcta de la Liturgia ayuda a que se mantengan «vivas»tales Formas y a que incrementen todavía más sus sanas influencias en los ambientes sociales de la humanidad. Otras Formas, por el contrario, son recipientes de los perniciosos residuos del mal karma actualizado por la humanidad en otras fases de su historia, en las que la civilización atravesó grandes crisis y la cultura humana alcanzó sus cotas más bajas y sombrías. Al experimentado observador esotérico se le aparecen tales Formas bajo aspectos realmente densos, opacos y frecuentemente, repugnantes. Las influencias de tales Formas son muy nocivas e indeseables en los niveles psíquicos en donde la inmensa mayoría de la humanidad realiza su evolución espiritual y, lógicamente, deberían ser destruidas si hay que introducir cambios positivos y realmente importantes en los ambientes sociales del mundo. Las Ceremonias litúrgicas efectuadas correctamente, con profunda devoción e íntimo sentimiento de aproximación espiritual, ayudarán a destruir estas nocivas Formas ancestrales y a reemplazarlas por otras de más elevada vibración y grado de sutilidad. Como podrán ustedes observar, nos encontramos aquí de nuevo con la eterna lucha entre el Bien y el Mal, analizada muy objetivamente a través de nuestro estudio acerca del Guardián del Umbral y del Ángel de la Presencia. Así, pues, aceptemos la idea -siquiera como una simple hipótesis mental- de que la Liturgia correctamente utilizada es un método científico de invocación de energías planetarias y extraplanetarias destinado a establecer el equilibrio físico, emocional y mental de los seres humanos.
Mi encuentro con el Ángel Jesazel vino precedido por una conversaciónsostenida con mi Maestro durante la cual, Éste, después de finalizada una de nuestras reuniones ashrámicas de estudio y de haber quedado a solas con Él, me había preguntado: “¿Te sientes dispuesto a escribir algunos libros de carácter esotérico, para utilización de los aspirantes espirituales del mundo? Algunos de ellos tendrán un carácter muy particular -continuó diciendo el Maestro- pues deberán servir para ayudar a los discípulos a introducirse conscientemente dentro del Reino de los Ángeles, a fin de establecer unos lazos de unión de muchos seres humanos con nuestros hermanos de los mundos invisibles. Así pues -preguntó de nuevo el Maestro-. ¿te sientes dispuesto sinceramente para realizar este trabajo?” Le respondí humildemente que mi buena voluntad era mucha, pero que mis conocimientos acerca del reino dévico se extendían únicamente al área de los relatos místicos y a alguna que otra pequeña experiencia de contacto con algunos seres elementales de la Naturaleza y que, por tanto, no podía afirmar que fuese capaz de hacerlo. Mi Maestro sonrió bondadosamente -tal como lo hace un padre con su hijo- y me aseguró que yo estaba ampliamente capacitado para esta clase de labor encomendada, debido a la experiencia acumulada por efecto de mi pasado kármico y que sólo debía hacer uso de mi buena voluntad y de mis sinceros deseos de servir. “No se te exige ningún voto extraordinario como los que realizaste antes de entrar en el Ashrama y que suelen preceder a las sucesivas Iniciaciones, sino que lo que cuenta en este caso es tu buena disposición de ánimo ya que la misma equivale a un verdadero voto ashrámico”. Siendo así, le respondí, acepto con mi mejor voluntad poner lo mejor de mí mismo para cooperar en el éxito de este trabajo ashrámico. Es así como inicié mi labor jerárquica en un sentido muy concreto y definido, al fin -sin aparentemente pretenderlo ni buscarlo había encontrado mi verdadero campo de servicio. Mi Maestro me bendijo con estas palabras: “Que tu labor sea fecunda y que muchos hombres y mujeres debuena voluntad del mundo puedan beneficiarse de la misma!”
“Mis Experiencias Espirituales” Ed electrónica 1, págs 60 y 61
“Magia Organizada Planetaria” Ed electrónica 1, pág 108