Vida, Conciencia y Forma: la gloria infinita de la Divinidad

El Misterio del Espacio y del Tiempo
A medida que avanzamos en nuestro estudio esotérico sobre los Ángeles, más grande es nuestra convicción de que la Trinidad compuesta por los aspectos de Vida, Conciencia y Forma se hallan presentes por doquier.
Todo cuanto existe es la obra de una prodigiosa hueste de Entidades dévicas, funcionando sincrónicamente con el Propósito infinito de una Voluntad Cósmica que trasciende por completo nuestro más elevado entendimiento. Pero, reconociendo el hecho, investigaremos las leyes divinas a nuestro alcance para intentar descubrir algunos de sus secretos o misterios:
El primero de tales secretos será, sin duda, el reconocimiento intuitivo -que más adelante será científico- de que las múltiples Jerarquías Angélicas del Universo constituyen la Entidad Espacio;
El segundo lo constituirá el reconocimiento de que las actividades de los seres humanos y de todas las humanidades y seres vivientes de los planetas de nuestro Sistema solar son las motivadoras de aquella otra indescriptible Entidad psicológica que en su integridad llamamos Tiempo.
En toda universal actividad dentro de la infinita grandiosidad del Cosmos, concurren tres aspectos esenciales:
a.    El Espacio
b.    El Tiempo
c.    El factor Luz, mediante el cual Espacio y Tiempo pueden ser relacionados.

Al llegar a esta conclusión, la idea más importante a considerar de acuerdo con nuestras investigaciones sobre el mundo dévico, es la inevitable relación Espacio – Luz – Tiempo con respecto a la producción de los ambientes sociales que se hallan en la base de las distintas civilizaciones y culturas de la humanidad y constituyen los aspectos fundamentales de la historia. Desde tal ángulo de vista podríamos llegar a una analogía de síntesis. Por ejemplo:
CONDICIÓN         CUALIDAD    EFECTOS    DEVAS

Espacio – Espíritu        Mente           Civilización    AGNISHVATTAS
Luz – Alma                    Energía        Cultura            AGNISURYAS
Tiempo – Cuerpo         Materia        Historia            AGNISCHAITAS
 
Desde el ángulo esotérico, ciertas jerarquías dévicas o angélicas son consideradas el aspecto LUZ que ilumina, o la ENERGÍA que vivifica los mares insondables del Espacio, de la misma manera que las actividades de los hombres en sus múltiples niveles determinan el fenómeno misterioso del Tiempo. De esta manera, el maravilloso enigma que subyace en el crecimiento de la más humilde planta, como el que se revela en la forma mística, esencialmente geométrica, de una delicada flor, de un pájaro o del propio ser humano, puede ser medido siempre en términos de Espacio y Tiempo, relacionados y vinculados por el factor Luz, constituyendo estos tres elementos la gloria infinita de la Divinidad en su incansable esfuerzo por SER y por REALIZAR, determinantes del proceso de la Evolución.
El aspecto práctico de esta conclusión es que todos contribuimos con nuestros pensamientos, emociones y humanas actitudes a escribir la historia del tiempo, pero sólo los sabios conocedores serán capaces de recubrir sus imperecederas páginas con las doradas túnicas de la experiencia espiritual. Hay, pues, grandes responsabilidades en el orden individual y social, así como oportunidades múltiples de realización si se es consciente de la obra mística de la Naturaleza que la vida de los Ángeles nos está constantemente señalando. Es sólo cuestión de abrir los ojos para ver y afinar cuidadosamente el oído para oír, pues todo está hecho ya de acuerdo con los grandes patrones históricos y Arquetipos sublimes vibrantes en los mundos ocultos, desde donde los Ángeles, las energías espirituales que siguen y persiguen los pensamientos de los hombres, aguardan con infinita paciencia que la voluntad humana sea fuerte y audaz y decida penetrar con mente clara y corazón puro en sus divinos retiros e inconcebibles santuarios…

 

Los Ángeles en la Vida Social Humana

(Adaptación en forma de síntesis del Capítulo El Misterio del Espacio y del Tiempo.)

El movimiento del corazón

Un Sueño Revelador

Siendo muy joven soñé una noche que me hallaba como varado en el centro del Universo y que todo el firmamento, soles, estrellas y planetas, oscilaba a mi alrededor. El espectáculo era realmente maravilloso; sin embargo, no me satisfizo su visión. Años más tarde, comentando un día con el Maestro este sueño me lo descifró en este sentido: “Todo el Universo se halla en movimiento y todo ser que consciente o inconscientemente trata de detenerse, embarrancando en el seno profundo de las cosas, sufre de la crisis de resistencia impuesta a la oscilación o movimiento general o universal. De ahí el sentimiento de implenitud que experimentabas, aun cuando te encontrabas fuera del cuerpo y contemplabas parte del gran secreto cósmico. En aquélla época perseguías tú una meta muy rígida e inamovible y pese a tus buenas intenciones, las cuales siempre fueron reconocidas, equivocabas el sistema de relación y de contacto y, sin darte cuenta, detenías dentro de ti el movimiento del corazón, verdadero centro espiritual de toda criatura humana, que te impelía incesantemente hacia el movimiento universal”.
 
Los años transcurridos desde entonces fueron jalonados de grandes experiencias, tanto espirituales como psíquicas, pero jamás olvidé el sentimiento de soledad y de implenitud que me embargaba al sentirme aislado, varado y estático dentro del incesante movimiento del sistema cósmico. Aquel sueño no fue por tanto un simple sueño, sino que tuvo carácter de revelación. Las palabras posteriores del Maestro tuvieron para mí el valor inapreciable de la experiencia consumada y trascendida.

 Mis Experiencias Espirituales (Págs 170-171)

La Magia de la Palabra

Pero al decir que consciente o inconscientemente estamos practicando la magia, nos atenemos a una verdad esotérica con respecto a las leyes del sonido, pues todos, sin distinción, emitimos voces y sonidos y, por lo tanto, estamos constantemente invocando mental, emocional o físicamente a las criaturas invisibles que pueblan los éteres en donde vivimos sumergidos. Uno de los dones más preciosos, el de la palabra, contiene en sí el poder infinito de la magia. De ahí la reticencia del iniciado, que sólo habla cuando DEBE y no cuando PUEDE, muy al contrario de los seres humanos corrientes y aun de muchos aspirantes espirituales que hablan cuando pueden y no cuando deben, decir, sin ton ni son, sin propósito definido y sin conocimiento alguno de las leyes de oportunidad que nacen del consciente empleo de la economía universal.
Cuando se entra en la gran corriente de vida espiritual que lleva a la  iniciación, son cada vez menos las palabras que fluyen por la boca, menos los pensamientos que invaden la mente y menos los deseos que perturban el corazón. El hombre espiritual se auto-define por el silencio y la parquedad de sus argumentos y, si es preciso hablar, por lo atinado y oportuno de sus comentarios.
La magia de las palabras crea el verdadero soporte del karma humano, que será bueno o malo, según las palabras que surgen del corazón y hablan a través de la boca, pues si nos atenemos al misterio infinito que evidenciamos cada vez que abrimos la boca para hablar, seremos conscientes del valor de las palabras de Cristo, cuando decía: “En el día del Juicio os serán tenidas en cuenta hasta vuestras inútiles palabras”, es decir, este hablar por hablar, sin propósito definido alguno, que utilizan la mayoría de las personas que como verdaderos “boomerangs”, retornan a ellas llevando su fruto de karma. Es evidente la cualidad altamente nociva de este fruto cuando se emplea la crítica, la murmuración o la maledicencia. Entonces este fruto será realmente amargo y contendrá las duras semillas de la prueba kármica, que sólo serán disueltas o destruidas cuando el alma del hombre sea capaz de permanecer en verdadero y sentido silencio.

La Jerarquía, Los Ángeles Solares y la Humanidad, págs 97 y 98

El Valor de la amistad

La técnica precisa y más conveniente para la consumación de este gran ciclo de crisis y oportunidades que está viviendo el mundo es la de la amistad perfecta. El servicio creador surge espontáneamente cuando creáis las grandes avenidas para esta amistad impersonal, libre de sentimentalismos vanos, que le da un grato sabor a la vida.

La Jerarquía, Loa Ángeles Solares y la Humanidad, Pág 39

Alineamiento con el alma, o Centramiento

Entonces, si sabemos que el instinto es una entidad, que la enfermedad es una entidad, que el Espacio es una entidad, que el Tiempo es una entidad, tendremos que luchar y aprender a luchar desde el punto más céntrico de nosotros mismos, en donde existe la entidad Causal, haciendo desvanecer con el tiempo la presión de estas fuerzas instintivas, sobre nuestro campo físico, astral o mental.

En el Centro de todo Amor yo permanezco
Desde ese Centro, yo el Alma surgiré
Desde es Centro, yo el que sirve trabajaré…

Conferencia 3 Marzo 1983