La búsqueda de lo esencial: el Amor, la Comprensión, la Luz del Propósito

Hay que hacer énfasis, sin embargo, sobre la verdad esotérica de la más elevada trascendencia. Esta verdad viene implícita en el gran enunciado crístico destinado a la Raza de los Hombres: «Buscad primero el Reino de Dios, lo demás os será dado por añadidura». Aplicado a nuestro tema acerca de la Respiración, podríamos interpretar aquel gran consejo de la siguiente manera: buscad primero lo esencial, es decir, el amor, la comprensión, la Luz del Propósito. La respiración correcta vendrá luego, como una consecuencia de los contactos cada vez más concretos y definidos con el yo Superior, Quien guarda para nosotros el secreto de SINTESIS, el del correcto Ritmo respiratorio y el del Misterio de los Rayos.

Los Misterios del Yoga, Pág 111

La perfecta silenciación mental

Podría añadir quizás dentro de este orden de ideas que el hombre habla (el sentido creador del Verbo) y que el deva escucha (la Voz del Silencio). El hablar y escuchar, la invocación y la evocación, armoniosamente compenetradas constituyen la síntesis de todas las cosas existentes. Pero, esta compenetración natural entre los hombres y los devas sólo puede provenir del esfuerzo humano por silenciar progresivamente sus apetencias personales y del creciente desarrollo de sus poderes invocativos.
 
Respecto al discípulo debemos indicar que el resultado de sus esfuerzos de apaciguamiento mental-espiritual es la conquista de la intuición, siendo ésta el Antakarana o vehículo de luz superior por el que asciende a las sublimes alturas donde establece contacto con el Maestro, con su propia Alma inmortal, con sus condiscípulos del Ashrama y con los Devas, las fuerzas vivas de la Naturaleza. De cada una de estas Fuentes superiores recibe el discípulo las inspiraciones precisas y el poder necesario para manifestar ostensiblemente en la vida la gloria revelada de un perfecto Hijo de Dios, gloria hacia la cual tiende incesantemente dejando en cada recodo del Camino jirones de honra y de bienes personales.
 
Cada uno, dentro de la particular esfera de relaciones impuestas por su karma personal, puede prepararse también para estos contactos trascendentes empezando desde ahora un lento y callado proceso de silenciación de todos los innecesarios e inútiles deseos y pensamientos albergados todavía en su ánimo y que les impide acercarse limpiamente a la Realidad espiritual que constituye la esencia de sus propias vidas. Dediquen unos momentos de su vida cotidiana a esta sencilla pero universal tarea.
 
No hay que olvidar las palabras de Madame H. P. Blavatsky, cuando decía: “La mente es la matadora de lo Real”, es decir, de la intuición, pues nuestra mente concreta o inferior a la que se refiere concretamente este axioma, es constantemente un hervidero de pensamientos, conceptos figurativos y opiniones contradictorias que impiden entrar en la suave quietud de la vida espiritual. Insistiendo sobre este punto, y para desvanecer posibles dudas, debo afirmar que la perfecta silenciación mental no comporta en manera alguna la aniquilación de la mente concreta o intelectual, sino el sabio gobierno de ésta por la Voluntad superior que la puede utilizar entonces como un delicado instrumento de relación y contacto con los tres mundos de la evolución humana.

La Jerarquía, los Ángeles Solares y la Humanidad, Pág 168

El Arquetipo

Cuando lo inmanente y lo trascendente de cualquier ser viviente se han unido o reconciliado en cualquier momento del tiempo y en cualquier lugar del espacio, se produce un milagro de rara y espectacular belleza. Platón lo llamaba ARQUETIPO, la síntesis geométrica de belleza alcanzada por un cuerpo en la vida de la Naturaleza, mineral, vegetal, animal o humano.

Pero, existe también en el nivel que sea una energía espiritual que ha logrado redención, siendo psicológicamente perfecta su expresión a través de aquella bendita forma, teniendo en cuenta que no puede haber perfección posible en la vida de la Naturaleza si no se realiza previamente un equilibrio verdadero entre una razón interna, o propósito creador, y una manifestación externa por medio de una cualificada forma geométrica. Tal equilibrio no hubiera sido posible a no mediar el tercer factor, aquel poder aglutinante de la energía material y espiritual al que místicamente llamamos ALMA.
 
Todas las formas de la Naturaleza poseen un Alma que las dota de conciencia y de un impulso vital, dinámico e irresistible que las orienta hacia un definido propósito de redención o, si Uds. lo prefieren, de perfección. Sin embargo, la redención y la perfección no constituyen metas rígidas o estáticas, sino que son antesalas de mayores conocimientos y realizaciones. Por lo tanto, cuando hablemos de Arquetipos en relación con las formas geométricas hacemos referencia a un estadio de perfección orientado siempre a nuevas y más esplendentes perfecciones. De ahí que la perfección que no constituye un fin en sí misma sino que es un eterno movimiento hacia más elevadas realidades, no está condicionada a meta definida alguna, ya que una vez la Naturaleza ha realizado el milagro de un Arquetipo, en el nivel, plano, reino o especie que sea, abre automáticamente la perspectiva de nuevos y más esplendentes Arquetipos o Modelos a realizar.

Los Ángeles en la vida social humana, Pág 26

La Atención hacia el Corazón

El contacto consciente con este Ángel de la Presencia, portador de la Paz, la Majestad y el propósito de la Vida del propio Logos Solar, es la necesidad inminente del aspirante espiritual moderno, de todos aquellos que sientan en su corazón la impresión de lo grande e inmaculado, la potencia indescriptible del misterio que ocultan en su interior.
 
No podemos ni debemos ofrecer “métodos de acercamiento”, sistemas de disciplina”, ni “caminos de perfección”, cuando nos referimos a ese estadio particular de la conciencia del hombre en pos de la estela gloriosa del Ángel Solar. La conciencia del hombre moderno en su triple vertiente espiritual, social y humana ha de sumergirse en la integridad de su propio destino, y recorrer el sendero glorioso hacia la luz, siguiendo las directrices de su propia intuición, siendo la intuición el conjunto de valores espirituales atesorados en el corazón a través de las edades, que deben ser RECORDADOS más que aprendidos. Damos aquí un indicio mayor de lo que puede ser la actividad serena de la vida de los aspirantes.
 
Nunca como ahora será preciso atenerse a las gloriosas máximas de “Luz en el Sendero” resumidas en la percepción del “Grito lejano”, aquel grito, que es la voz del Ángel Solar rasgando desde tiempos inmemoriales los éteres del espacio interior tratando de llegar a nuestros oídos.
 
De ahí que el único sistema de acercamiento consciente al Ángel Solar de nuestra vida, a nuestro primero y único Maestro, es mantener el oído atento, delicadamente sensibilizado por un gran número de silencios, constante y persistentemente orientados hacia adentro, hacia aquel centro de conciencia que arranca en forma de vida desde el corazón, penetra en la mente y desde allí asciende hacia arriba, hacia las más elevadas cumbres de nosotros mismos, borrando con su estela de luz el recuerdo de pasados errores, de deseos inconsumados y de todo germen de pasión humana.

La Jerarquía, Los Ángeles Solares y la Humanidad, Págs. 31 y 32

La Meditación: Un Modo de Vida

La idea de la meditación se extiende como un incendio por las praderas de la volátil sustancia mental de la raza humana. Esa técnica ocultista es verdaderamente «fuego», ya que pone en movimiento energía pura y establece una relación entre la conciencia y la vida. Para muchas personas del mundo occidental, la práctica de la meditación puede parecer una forma nueva y moderna de escape mental de la desilusión y la limitación personales, de un medio ambiente sórdido o indiferente o de un estilo de vida rechazado. Sin embargo, en muchas otras partes del mundo, algún tipo de meditación ha sido siempre parte integrante de las prácticas y tradiciones de las distintas religiones y sectas religiosas. Hoy en día, parece que el fermento psicológico y social en el mundo ha abierto las puertas, sobre todo para los occidentales, a impulsos y prácticas subjetivas o espirituales, prácticas que, aunque posiblemente sean nuevos para nosotros, son muy antiguas en cuanto a su origen y empleo; y no han faltado maestros, muchos de países orientales, preparados y deseosos de ser pioneros en ese nuevo territorio y arar nuevos campos mentales para que reciban las ideas que desean implantar. En medio de toda esa «fiebre del oro» por descubrir la psique humana, algunas de las enseñanzas impartidas son verdaderamente espirituales, de motivación pura y efecto constructivo; otras son materialistas, de orientación comercial y motivadas por el ánimo de lucro, el poder o las conveniencias personales, por los espejismos de un genuino autoengaño. Los efectos de todo esto pueden plantear un problema considerable para las mentes inquisitivas y los corazones sedientos de espiritualidad, ansiosos de luz, de una nueva fe y un estilo de vida mejor, y faltos de experiencia en los postulados fundamentales de la Sabiduría Antigua, que es la que subyace en toda verdadera actividad mental de carácter esotérico u ocultista.

En su mayor parte, hasta hace poco, la extraña palabra «meditación» ha conjurado en la mente occidental la imagen de un recluso contemplativo sentado con las piernas cruzadas e inmóvil en un risco de una alta montaña, probablemente en algún lugar de la India, el Tibet o el Lejano Oriente; o la del vagabundo mendigante, naturalmente sucio, famélico, barbudo con taparrabos y turbante, socialmente improductivo y, lógicamente, un parásito social, si no se le aceptara como «santo» y se alimentara y socorriera. Últimamente, han surgido numerosos grupos y sociedades que prometen a la humanidad la salud, la riqueza, el poder, el prestigio, la popularidad y todo tipo de bienes que se pueden alcanzar en un instante con solo seguir determinados y sencillos procedimientos para el control y uso de la mente, previo pago del precio establecido. Las personas capaces de mayor profundidad espiritual y menos egocentrismo, están aprendiendo a identificar el núcleo de verdad y el hilo dorado de todo lo que entra en su campo de percepción mental y a guiarse por la Verdad, dejando atrás la escoria. Hasta que, por fin, algún aspecto de la verdadera enseñanza que, bajo sus modernas vestiduras, encierra la inconfundible autenticidad de la Sabiduría Antigua, impresiona sus mentes y les descubre un mundo totalmente nuevo que la conciencia receptiva puede explorar y absorber. Esta experiencia marca el inicio consciente en el Sendero de Retorno y es parte integrante de todo el largo viaje desde el comienzo hasta el final, esa es la técnica de la meditación ocultista, el medio específico de contacto con las energías que les dan su expresión correcta en la vida diaria.

A los estudiantes del sendero oculto se les ha advertido de los peligros del «egoísmo espiritual». Y no cabe duda de que éste constituye el primer impulso motivador, en la mayoría de nosotros, cuando ponemos los pies en el Sendero de Retorno. Queremos, para nuestra propia satisfacción, conocer, experimentar, progresar, convertirnos en sabios, en amantes, en iluminados, conocer, encontrar y ser aceptados por un Maestro, porque estas cosas son importantes y necesarias para nosotros. Si esta motivación personal no es trascendida razonablemente pronto, el crecimiento espiritual se puede aminorar o detener, excepto quizás en las formas del pensamiento del plano emocional. La válvula de seguridad en el trabajo y entrenamiento espiritual, el hilo conductor y la garantía de una expansión continua consisten en una forma de meditación oculta que refleje la meditación del alma en su propio plano. Y el alma en su propio plano se ocupa del servicio grupal al Plan, ya que hay una sola Alma y un solo Plan para la humanidad, con la intención de llevar al alma humana y a la personalidad separada a una condición sincronizada de unión y fusión. En otras palabras, la meditación ocultista se ocupa del uso de la mente humana por el alma, para iniciar la acción en armonía con el Plan destinado a la humanidad. Dentro de este proceso centrado en el Plan, la unidad meditativa individual es estimulada e iluminada y se le ofrece una auténtica oportunidad de contribuir al enriquecimiento individual que cada uno encierra potencialmente. Por lo tanto, la verdadera meditación oculta se realiza como un servicio a la humanidad. Esto supera, con mucho, a la unión mística buscada por los cristianos del medioevo, que deseaban una unión espiritual con Dios por sí mismo y por su efecto de éxtasis en la conciencia personal. Hoy día, el alma de la humanidad está en proceso de controlar el modo de vida de la personalidad. El larguísimo proceso que conduce a la infusión del alma en la raza humana ha sido iniciado. La práctica de la meditación puede servirnos ahora para acelerar y llevar a cabo el proceso de una forma totalmente nueva. Hasta ahora, la técnica de la meditación ocultista (o sea, la cooperación con el flujo de energía del ritmo de la Vida planetaria de inhalación/interludio inferior) ha sido el servicio de unos pocos pioneros; ahora puede convertirse en un estilo de vida para muchos. Nosotros aprendemos a meditar al ritmo del alma que está en constante meditación, que posee conciencia grupal y que no es mística ni limitada, sino que está relacionada con la Vida Universal o aspecto energético del planeta, ya que subyace a la conciencia y potencia la tendencia a amar, y cuyo objetivo es estimular las mentes receptivas y abrir los corazones a la identificación con la Vida Una. Actualmente, el objetivo de la meditación ocultista es el logro de un equilibrio perfecto entre la vida vertical del alma en su propio plano y la vida horizontal de la personalidad infundida por el alma dentro del mundo de los hombres. «Conociendo los caminos de Dios y hollando los caminos de los hombres», el discípulo moderno, como mediador, que meditando, trae a la existencia el Plan, coopera con los propósitos planetarios.

http://www.lucistrust.org/es/arcane_school/meditation/meditation_a_way_of_life