El voto supremo de los discípulos de la Nueva Era

Hemos desarrollado el amor a un cierto grado, conocemos algo del Plan Divino a través del estudio esotérico y, naturalmente, la acción ahora debe ser  una acción de la voluntad sobre todo cuanto nos rodea. Voluntad sobre el conocimiento, voluntad sobre el amor, voluntad para llevar adelante el Plan que el Maestro conoce y sirve, y que nosotros si estamos muy atentos también tenemos un rinconcito en el corazón que conoce la parte del Plan que puede llevar adelante y que, por lo tanto, es responsable, de ahí que una parte considerable de la voluntad del hombre corresponde al espíritu de solidaridad pero también al espíritu de responsabilidad, y la pregunta es si somos demasiado o pocos responsables de acuerdo con todo conglomerado de hechos y circunstancias que rodean nuestra vida, si nos comportamos realmente como discípulos, si el discipulado es una palabra realmente con significado o si bien es una palabra vacía de significado o que no hemos llegado ha comprender totalmente en su máxima dimensión.

Es decir, que son consideraciones nuevas a las cuales tendríamos que habituarnos cada vez más para comprender bien lo que pasa, porque no solamente esas corrientes de Shamballa van directamente a los ashramas de la Jerarquía utilizando como medios de expresión a los discípulos sino que toda la humanidad está convulsionada por efecto del embotamiento que estas energías inasimilables están gravitando sobre sus mentes y corazones; y que, por lo tanto, el trabajo de los grupos esotéricos, según dice el Maestro Tibetano, es dar rienda suelta a esas energías, canalizarlas hacia la humanidad, convertirnos en el Propósito de Dios en la vida de la Naturaleza, no simplemente en la sensibilidad de Dios o en la inteligencia de Dios,  es el aspecto superior, el aspecto iniciático el que conduce al Aula de la Sabiduría.

Todo esto, naturalmente, resuena extrañamente ¿verdad? en nuestros oídos, porque lo mejor es que hablemos místicamente y que nos encontremos bien, que adoremos al Señor y que después vayamos haciendo la vida  como todos lo demás lo hacen, los demás seres humanos, y no puede ser, es muy diferente la vida del discípulo, tendrá facetas porque está atado todavía en cierta manera, pero en su integridad es el Propósito de Dios dentro de su corazón y poco a poco este deseo interno del hombre se convertirá en voluntad, pero hay que esforzarse, no tiene una matización especial, no tiene un conocimiento concreto definido, no tiene una expresión agradable ¿verdad? Es algo que es y debe actualizarse, como digo y repito, aquí y ahora, y no esperar, porque esperar es una forma de arrepentirse y como que el arrepentimiento no sirve para nada porque nada soluciona, excepto que sufre la sensibilidad del ser, entonces, en lugar de arrepentirnos actualicemos así, con toda nuestra fuerza, con la espada de la ley y de la justicia.

¿Por qué creéis que en nuestras meditaciones hacemos un énfasis muy considerable a un Mántram del Primer Rayo, dado precisamente a través del Maestro Tibetano, porque precisamente además de utilizar el Mántram para toda la humanidad, existe un Mántram definido para los discípulos, para aquellos que quieren utilizar este Mántram para redimir una parte considerable de su ser, no para matizar su vida con nuevos colores, espectaculares, no, nada de eso, sino para darse cuenta humildemente de que nunca ha hecho aquello que hubiera podido haber hecho, ha hecho una parte considerable de lo que podía haber hecho pero no la totalidad, y cuando estamos cansados, estamos en el fragor de la lucha, cuando estamos extenuados, llenos de crisis y dificultades, es cuando viene la fuerza de dentro, que es la voluntad, y dice: “Voy a superar todo esto”, y esto constantemente en la vida del discípulo de cada día, hay que utilizar la voluntad gobernando el amor, gobernando la inteligencia. Tal es el voto supremo de los discípulos de la Nueva Era.

Conferencia VBA  29 09 1983

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Notas clave del texto para reflexionar:

La acción del discípulo ha de ser una acción muy atenta sobre todo cuanto nos rodea:

(i) Voluntad sobre el conocimiento (3er aspecto luz o inteligencia)
(ii) Voluntad sobre el amor (2º aspecto amor)
(iii) Voluntad sobre la parte del Plan que está en su corazón (1er aspecto voluntad)

La acción del discípulo es solidaria y responsable

La vida del discípulo en su integridad ha de estar en relación con el aspecto superior o voluntad, es convertirse en:

•    El Propósito de Dios en la vida de la Naturaleza (1er aspecto), no sólo en la Sensibilidad de Dios (2º aspecto) o Inteligencia de Dios (3er aspecto)

•    La acción plena de propósito es algo que hay que actualizar, aquí y ahora, sin esperar

•    El voto del discípulo de la Nueva Era, en el día a día es la acción de la Voluntad (1er aspecto) que gobierna el amor (2º aspecto) y la inteligencia (3er aspecto)

“Olvidándome de las cosas del pasado, me esforzaré en mis posibilidades espirituales más elevadas (1er aspecto- voluntad), me dedicaré de nuevo al servicio de Aquel que viene, a preparar sus mentes (3er aspecto-inteligencia) y sus corazones (2º aspecto-amor). No tengo otra intención (1er aspecto-voluntad) en mi vida”.

Liberación, Adaptación, Atención, Serena Expectación

¿Qué hay que entender por liberación?

(209) Cuando esotéricamente hablamos de Liberación…, ¿a qué nos referimos exactamente?, ¿a la muerte o extinción del pasado histórico en nuestro corazón o a la cesación del inexorable proceso del karma? Liberación es LUZ. Es la luz que proviene del equilibrio entre fuerzas en aparente contradicción. Es hollar el Noble Sendero del Medio al que aludió el Señor BUDHA, es marchar confiados y seguros sobre “el filo de la navaja”. Estas son -quizás ustedes lo piensen- frases hechas. Bien, quizás lo sean, pero su significado es enteramente válido para todas las épocas y singularmente para nuestros días en que las oportunidades son mayores que en pasadas épocas, ya que la técnica hecha a base de precisión mental nos ayuda a descubrir constantemente los mil secretos escondidos de la Naturaleza. Pero, en definitiva y yendo al fondo oculto de la cuestión, los discípulos espirituales de todos los tiempos han tenido como norte y faro de sus vidas hallar en su corazón la suave frescura de lo eterno.

La mayoría de las personas que asisten regularmente a estas conversaciones esotéricas, lo hacen seguramente en virtud de su fecundo y glorioso pasado espiritual. Algunos de ustedes practican quizás algún determinado tipo de Yoga o se sujetarán a ciertas definidas reglas de meditación o de entrenamiento espiritual. Pero, todos sus ejercicios, entrenamientos y disciplinas de nada les servirán si olvidan las reglas de armonía que rigen el proceso total de la evolución. Las disciplinas del Yoga son interesantes para reorientar las energías y para crear nuevos cauces de aprovechamiento espiritual en beneficio de la personalidad, así como también lo son las reglas precisas de la meditación oculta. Me pregunto, sin embargo, si para algunos tales prácticas o disciplinas no implican de una u otra manera “insistir” sobre algo ya establecido o realizado en el pasado y están únicamente “recordando” pasadas experiencias. El hecho de que se encuentren ustedes aquí y de que contribuyan con su personal dedicación al desarrollo de estas mensuales conversaciones, puede significar quizás que existe realmente una gran experiencia espiritual acumulada en su corazón a través de los siglos y de que “ahora” están simplemente “rememorando” conocimientos (210) previamente adquiridos y conquistados y no tratando sólo de acumular conocimientos esotéricos, tal como ocurre en el caso de los noveles aspirantes y de las personas inexpertas que hacen sus primeras “armas”, por decirlo de alguna manera, dentro de la vida espiritual. La atención con que siguen ustedes estas conversaciones, el apoyo espontáneo que le prestan al orador, pueden ser indicios reveladores de aquella gran experiencia espiritual acumulada que constituye el bagaje del verdadero discípulo, sujeto inevitablemente al reto de la acción y liberado en una gran medida del afán de adquirir conocimientos. Ello puede significar también que vivirán orientados internamente hacia las oportunidades ofrecidas por esta Nueva Era, cuyo tecnicismo no merma en manera alguna, sino que dinamiza a extremos increíbles la fe en la vida espiritual. El karma debe aparecer ante su inteligente visión y adaptación como el resultado de pasadas acciones que “han de ser redimidas” en el presente, adquiriendo entonces este presente una importancia trascendente y vital. Podríamos considerar que la Liberación del karma, y tal es el verdadero sentido de la Liberación, se inicia cuando en el presente ya no luchamos con las consecuencias del pasado, sino que las consideramos un efecto vital en el orden psicológico que precisa de reorientación, de armonía o de reajuste. Las oportunidades ofrecidas entonces por las condiciones técnicas hacen variar solamente la programación y el sentido de las investigaciones, pero la finalidad continúa siendo la misma: adaptación. En la adaptación al sereno ritmo de los hechos que se van produciendo a nuestro alrededor, se halla la clave de la Liberación. Sin embargo, en tal proceso de necesaria adaptación no deberían ser utilizados los penosos esfuerzos a los cuales estamos tan habituados, sino una serena expectación y observación profunda de los hechos que constantemente se van produciendo, es decir, que la única disciplina exigida, si es que debemos hablar de disciplina, es la de una profunda y sostenida atención mental a todo cuanto va ocurriendo dentro y fuera de nosotros. Esta atención es adaptación, ya que en la profundidad de la misma se elimina la condición intelectual que frecuentemente opone barreras al libre fluir de los acontecimientos. Cuando la mente ha desaparecido como frontera de separación de los hechos y no es el elemento separativo que enturbia más bien que aclara las situaciones psicológicas, se produce en la mente una gran proyección de luz causal. Tal es el principio de la Liberación, pues tal como decía Madame Blavatski con referencia a la mente concreta y personalizada: “La mente es la matadora de lo Real”.


Conversaciones Esotéricas

Vida y Meditación

La meditación es la técnica para que la persona pueda pensar, sentir y hablar correctamente. Una expresión correcta de lo que es la meditación. Pero les decía también que aquí estamos tratando de vivir, no simplemente de meditar o si queremos establecer una diferenciación entre lo que es la vida y lo que es la meditación. Entonces, decimos: si hay una verdadera vida estamos meditando, si vivimos estamos meditando, pero no siempre cuando meditamos estamos viviendo, estamos pensando simplemente, que no es lo mismo.

Conferencia 28 de Mayo de 1981

La unión interna y el contacto con el Maestro

Por esto, la meditación, la trascendencia, el yoga o la buena voluntad es lo que realiza la unión, no un agente externo, y en la medida que una persona vaya siendo consciente de los valores absolutos de su corazón dejará de prestar atención a todos los maestros que vienen exteriormente, porque si antes no capta al Maestro por vía interior cuando aparezca un Maestro por vía exterior no le dirá nada; en tanto que si existe un Maestro de Compasión y de Sabiduría, un ciudadano del quinto reino que venga aquí, en aquel momento por haber establecido contacto con la parte transcendente de tu naturaleza, lo reconoces, entonces se produce una fusión entre el Maestro y el discípulo; y así, entonces, entraríamos en el asunto de los ashramas de la Jerarquía que es donde se capacita al candidato para la iniciación. La iniciación nunca vendrá por vía externa. Por favor, mediten esto; debe ser un contacto interior, nunca un contacto exterior. Eso siempre, como dije antes, queda a la libre elección de cada no de ustedes. Solamente les pido, por favor, que recuerden que la manera más directa de establecer contacto con el Maestro –el Maestro de cada uno- es siendo un buen ciudadano, y tengo que repetirlo constantemente, el practicar la recta ciudadanía, y que lo demás vendrá por añadidura.

El triple sendero de amor al bien, de buena voluntad y correcta relación

Así que todo el proceso es, desde este punto de vista, científico por excelencia, y todos los seres humanos que se dan cuenta de esta particularidad, y volviendo al principio, se dan cuenta de la oportunidad que nos ofrece la constelación de Acuario iluminando una franja de los cielos que recorreremos durante dos mil trescientos cincuenta años. Hay una esperanza de gloria en este devenir incesante, cuando vemos que Piscis se va alejando progresivamente aunque produciendo todavía cataclismos de todo orden, pero existe la esperanza de ver que el presente va siendo constantemente iluminado y que la persona en este momento no responde ni mucho menos a las exigencias que respondían nuestros antepasados del siglo xx cuando se inició, sino que hemos progresado hasta un punto en que todo cuanto pertenezca al siglo xxΙ nos parece familiar y hasta lo estamos revelando en el presente; y para mí, esto constituye la garantía solemne de que muchos de nosotros hemos penetrado ya en conciencia en el 5º Reino de la Naturaleza, y que desde allí estamos trabajando sin darnos cuenta quizás, pero no por no saberlo no trataremos el asunto con menos actividad para ayudar a reconstruir dentro del aparente caos aquella unidad de vida que es la que debe hacer que cada unidad separada de conciencia pueda unificarse con las otras, cesando finalmente aquello que Madame Blavatsky definió como la gran herejía de la separatividad humana, y esto solamente puede ser realizado siguiendo el triple sendero de amor al bien, de buena voluntad y correcta relación.

Esto que parece una cosa muy difícil de apreciar lo estamos realizando, porque todos tenemos una diferenciación mental que hace que podamos ver cómo nos comportamos en sociedad y cómo reaccionamos socialmente para tratar de establecer dentro de la sociedad que nos rodea aquel aspecto fundamental de la psicología divina que llamamos amor al bien. La buena voluntad es natural, no exige esfuerzo; a medida que nos vamos liberando de capas de egoísmo la buena voluntad surge espontáneamente, no hay esfuerzo en este cometido, es un devenir dentro de la conciencia, una aventura que finalmente desembocará en la relación correcta con los seres que nos rodean, iniciando así aquella era de equilibrio individual que se proyecta a lo familiar, al campo profesional o social y que, finalmente la persona será aparentemente como las demás pero en realidad es lo que se llama un Alma Bendita del Señor, que está tratando constantemente con su irradiación de mantener el statu quo divino en la naturaleza, que trata de que todo peregrino pueda participar de la gloria de aquello que él participa y que pueda finalmente solamente con la influencia de su aura magnética de crear las requeridas condiciones para que dentro de la humanidad surjan los fermentos redentores y, finalmente que todos los seres humanos puedan ver claro que tienen ante sí una meta divina y que ahora en este momento ya pueden empezar a proyectarla con toda devoción, con toda energía y con todo entendimiento. 

Conferencia de Vicente Beltrán Anglada 1975 – 12