Publicada el 16 de septiembre de 2009 por Equipo VBA
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Interlocutor. — Yo quería hacer referencia a lo que ha dicho anteriormente, el simbolismo del Cristo de que “yo volveré y todos me verán”, es decir, que la doctrina de Cristo no ha sido enseñada ni expuesta, Él dijo: “yo volveré y todos me verán”, esto es un símbolo porque lo que hemos pasado es la época de crisis que Él también enseñó, lo que el hombre tenía que pasar crucificado, pero lo que Él dijo, su verdad, su doctrina, ésta aún tiene que venir, pero que esto que vendrá en la época de Acuario, cuando venga la luz será la doctrina de Cristo que no la sabemos, la doctrina de Cristo que será la que Él dice: ”Yo volveré y todos lo verán”, esto es simbólico, su verdad, su doctrina, que no sabemos nada referente a lo que ha dicho aquí Leonor, no sé, ¿qué te parece?
Vicente. — Bueno, puede ser así. Esperemos que venga, pero no vendrá si somos como ahora, si no cambiamos, porque, fíjense bien, la venida de un Avatar de la categoría de Cristo exige un trabajo de preparación de muchas épocas, no viene así, “voy a presentarme a ver qué pasa”, no. Se realizó con Cristo, un gran experimento, digamos, cósmico, y fracasó, lo vemos que ha fracasado, un momentito, cuidado y estén atentos a lo que voy a decir: no ha fracasado el Cristo, ha fracasado la humanidad, cuidado con esto, entonces, la Jerarquía, Shamballa, las fuerzas cósmicas que operan a través de estos dos centros, planearon la venida del Cristo como planean la venida de los grandes Avatares, viendo las posiciones cíclicas de los astros, contando con grandes ángeles y arcángeles con ciertas energías que provienen precisamente de aquellos astros, ¿y qué pasa?, siempre se encuentran con que la humanidad no responde, entonces cuando se refiera en todos los manuales de tipo teosófico, de tipo esotérico haciendo un énfasis sobre la venida de Cristo, hay que ser muy precavidos y pensar primero: ¿estoy preparado para que Cristo penetre en mi corazón? Solamente esta pregunta debe de llevar a nosotros a la conclusión de que no depende enteramente de Cristo, de la Jerarquía, o de Shamballa, y ni del Logos Planetario, ni aún del Logos Solar, sino que depende única y exclusivamente de la humanidad el que un esfuerzo creador como puede ser la venida de un Avatar tenga un éxito, y entonces este éxito sea aprovechado para la continuidad apostólica de los Hijos de Dios, tal como se dice en todos los manuales bíblicos que conocemos, y que en esto tienen razón, la continuidad del proceso inmenso de la vida evolutiva que no conoce estancamientos, o no debiera conocerlos. Todo depende del ser humano, todo depende de la actitud del hombre frente a la vida, todo depende de la calidad de sus actividades, todo depende finalmente de su capacidad invocativa, de ese tremendo poder que lo eleva a las más elevadas consecuencias cósmicas, y a partir de aquí automáticamente surge la respuesta del hombre aceptando el desafío, y si se acepta el desafío es que somos discípulos de Cristo, sea cual sea nuestra condición social, no hay que ser pescadores todos, pueden ser otra cosa ¿verdad? Bien, se trata de eso simplemente. ¿Responderemos al dictado crístico? ¿Y de qué manera responderemos? ¿Seremos capaces de vivir esa tremenda vida invocativa que nos exigen los tiempos? Depende de nosotros. Conferencia 9 septiembre 1978