Vivir la Divinidad, la promesa de la nueva era

Así que la intuición no viene como un salto del plano físico mediante cierta célula estimulada del cerebro, sino que es un fluir a través de muchos siglos de tristeza, de esfuerzo y de agonía tratando de superar los conflictos del tiempo, tratando de vivir de acuerdo con una realidad presentida, tratando de salir del ruedo de lo rutinario, de lo habitual, tratando simplemente de ser en cada uno de los momentos de nuestra vida. Es como si dijésemos estar completos aquí y ahora, lo cual significa que si aquí y ahora que es el aquí y ahora del mañana y de cualquier momento de nuestra vida estaremos siempre dentro de la propia Divinidad, y ahí está la promesa para nuestra era de grandes profundidades y de grandes oportunidades, y también de grandes necesidades.

Conferencia 9 septiembre 1978