«Entonces, el desafío lo provoca el sufrimiento, el sufrimiento cuando llega una tensión extraordinaria te sitúa en el mundo espiritual o en el camino espiritual y, entonces, viene la lucha de Arjuna contra sus vehículos, el yo con su mente, el yo contra sus emociones, el yo contra sus tendencias instintivas, y entonces viene también aquella posibilidad que tiene el yo de considerarse completamente aparte de sus vehículos, porque se da cuenta de que al tener la capacidad de pensar, y que al propio tiempo puede contemplar sus pensamientos, le llega la seguridad de que él como «yo» no es el pensamiento. «
«Elimina ya un factor, y si al propio tiempo cuando está sumido dentro de una tensión emotiva se da cuenta, por la amplitud de su mente, por discernimiento natural, de que aquello no tiene nada que ver con él porque lo puede contemplar -“esto no soy yo porque lo estoy contemplando, estoy aparte”-, puede radicalmente suprimir la tensión, el complejo, lo que produce, digamos, desequilibrio.»