«El Discípulo Aceptado es el aspirante espiritual que pasó con éxito la prueba de la sequedad del ánimo, de la impaciencia y de la ausencia de motivaciones psíquicas. Tal discípulo es observado de vez en cuando por el propio Maestro y, mientras tanto, otros discípulos muy cualificados le ayudan en el desarrollo de algunos chacras específicos, los que corresponden al Rayo de su Alma y a su grado de evolución en el Sendero. En tal estado suele desarrollársele-siquiera con carácter eventual- algunos poderes psíquicos, clariaudiencia, clarividencia, conciencia astral, etc.»
Mis Experiencias Espirituales, 1ª edición electrónica, p.79