Cuando lo inmanente y lo trascendente de cualquier ser viviente se han unido o reconciliado en cualquier momento del tiempo y en cualquier lugar del espacio, se produce un milagro de rara y espectacular belleza. Platón lo llamaba ARQUETIPO, la síntesis geométrica de belleza alcanzada por un cuerpo en la vida de la Naturaleza, mineral, vegetal, animal o humano.
Pero, existe también en el nivel que sea una energía espiritual que ha logrado redención, siendo psicológicamente perfecta su expresión a través de aquella bendita forma, teniendo en cuenta que no puede haber perfección posible en la vida de la Naturaleza si no se realiza previamente un equilibrio verdadero entre una razón interna, o propósito creador, y una manifestación externa por medio de una cualificada forma geométrica.
Tal equilibrio no hubiera sido posible a no mediar el tercer factor, aquel poder aglutinante de la energía material y espiritual al que místicamente llamamos ALMA.
Los Ángeles en la vida social humana. VBA, 1ª edición digital, pág 16