“El silencio viene por la intención y la atención. La intención es el propósito y la atención es el oído despierto del discípulo que está afinándose de una manera que surge por encima de los sonidos y escucha otra voz, una voz desconocida para la mayoría de personas del mundo, que es la voz del silencio.”
El Silencio y la Acción Creadora, conferencia del 3 de enero de 1985
Una de las cosas que hay que tener en cuenta para buscar, digamos, ese estado de confiada espera de lo que tiene que estar viniendo de este puro y tenaz tiempo que lleva en sí la eternidad es el silencio de las actitudes.
No os dais cuenta de que siempre estamos parloteando dentro de la mente, que aquí hay dentro un pajarito que se mueve constantemente y que no quiere ceder, y hasta que este pajarito, esta ardilla dentro de la mente no haya cesado en su movimiento no podremos ver claro el destino de nuestra vida y el campo de servicio.
Entonces el silencio, no simplemente de palabras sino de emociones y pensamiento es realmente la serena expectación. Hay que silenciarnos lo más que podamos, y ser realmente íntegros en cada uno de los momentos del tiempo.
Conferencia de 17 de febrero de 1983