«Si hiciéramos regularmente aquí las meditaciones, con un ritmo, este ritmo crea un talismán. Al hablar de esto, ya hablamos de la fuerza dévica; un Deva recoge estas energías y les da una forma determinada, la forma que tenga el propio Deva, una forma que tiene la extensión que puede llegar hasta donde esté cada uno de los miembros del grupo, y en un momento de necesidad tu invocas la fuerza del grupo y a través del Ángel, recibes toda la fuerza que ha sido acumulada durante el proceso de la estructuración de las meditaciones, y hay una ayuda, si tienes un problema, invocas la fuerza del grupo.»
Los Talismanes, conferencia del 11 de Junio de 1981