Publicada el 19 de enero de 2011 por Equipo VBA
Deja un comentario
Hay que reconocer, por tanto, ya que de no hacerlo avanzaremos muy lentamente por el Sendero de la Evolución, que los Ashramas de la Jerarquía, a los que todos sin excepción deberemos acceder algún día, han seguido fielmente aquella Sagrada Regla de Oro, la cual está basada en la comprensión del significado intimo y profundo del SILENCIO DEL CORAZÓN que permite a los verdaderos discípulos «ver y oír» en los mundos invisibles y, más adelante, cuando la palabra haya perdido para siempre la posibilidad de herir, adquirir el poder de «invocar a los dioses inmortales», es decir, a los Ángeles o Devas que realizan su evolución paralelamente a la de los seres humanos.
Podríamos decir al respecto que algunas de sus esplendentes Jerarquías están tan íntima y estrechamente unidas a la vida de la humanidad que pueden intercambiar sus experiencias angélicas con aquellos hijos de los hombres que posean sensibilidad espiritual y hayan desarrollado en una cierta medida el amor a la Raza. Según se nos dice esotéricamente, algunos de estos Ángeles pasaron anteriormente por la evolución humana y son «tan extraordinariamente conocedores de la psicología del hombre» que saben de sus más ocultos y profundos deseos y de sus más elevadas aspiraciones. No es en vano, pues, que en literatura esotérica se les denomine con justicia «Ángeles Familiares».
“Estructuración Dévica de las formas”, pág 28 1ª Edición electrónica