La Verdad carece de esfuerzo y de disciplina

 ¿Qué sucede con la meditación, por ejemplo?, y hay un sinnúmero de meditaciones, sin embargo, toda meditación exige de principio la atención y que esta atención sea de tipo muy impersonal, no podemos meditar aparte de todo cuanto nos rodea, cuando una persona se sujeta a alguna disciplina meditativa o de yoga, o de cualquier tipo, digamos, de expresión, buscando un descubrimiento de algo o un entrenamiento espiritual, solemos acoger una disciplina, y los maestros que dan disciplinas, los «gurús», los que enseñan yoga, suelen impartir siempre algo en forma generalizada, sin tener en cuenta la singularidad a la cual yo hago referencia, porque sólo en la singularidad individual se halla el profundo asiento de la verdad
 
Conferencia de 7 de octubre de 1985