Mente-Corazón

«Entonces, la mente, después de tantos siglos y tantos millones de años de estar dentro el ser humano, se hizo poderosa, se organizó de tal manera dentro de sí misma, que se hizo señora de los acontecimientos, y el corazón quedó sofocado. Ahora el proceso es inverso, hay que pensar en términos de corazón, la mente abierta por completo para que la intuición que surge del corazón permita que las ideas fructifiquen en la mente y se conviertan realmente en aspectos, digamos, subsidiarios del propio amor del corazón. Lo que decía no hace mucho el Maestro Tibetano “Hay que pensar con el Corazón y hay que sentir con la Mente”, lo cual significa que estos centros son importantísimos en el desarrollo de la gran masa humana. «

 

La Serena Expectación, 15 de mayo de 1988.