¿Qué hay que entender por liberación? (V)

Deberíamos abordar el gran problema social y psicológico de nuestro mundo sin pretender alcanzar algún objetivo definido, sabiendo de antemano que es la propia Vida, manifestada a través de las grandes corrientes de expansión cíclica en el planeta, la que debe señalar tales objetivos, los más lejanos y de proyección cósmica y los más cercanos de dimensión individual y social.

Esta es una afirmación que escandalizará quizás a muchos aspirantes espirituales que han proyectado ya seguramente su futuro kármico en orden a sus razonamientos mentales y que vivirán volcados indefectiblemente a los grandes sueños e inmensas perspectivas del futuro, sin haber consumado previamente su pasado kármico en el presente, lo cual puede significar que el futuro continúa siendo “un sueño” y que por tanto tal futuro no puede proyectarse en el presente porque el pasado no ha sido todavía consumado o liberado. Sin embargo, tal es el Dharma del verdadero discípulo: consumar el pasado en el presente a fin de que el futuro pueda proyectarse sobre este presente, viviendo por anticipado aquel momento cumbre del tiempo, aquel “eterno ahora”, que abre el Sendero inmaculado de la Liberación.

 
Sendero e Iniciación deberían adoptar un nuevo y más completo significado a medida que el planeta Tierra “vaya sumergiéndose” en las zonas del espacio bañadas por Acuario, el Aguador Celeste, a fin de que el proceso mental no dificulte el fraguado de la acción, ni comporte deseos egoístas de crecimiento espiritual en el orden individual. El camino a seguir en el desarrollo de la acción correcta será más corto o más largo, de acuerdo a la horizontalidad del tiempo utilizado en el proceso de la búsqueda, pero la ascensión o verticalidad en la línea del Espíritu, será cada vez más eficaz, más adecuado, más seguro…
 
Conversaciones Esotéricas, 1ª Edición digital, pág 143