Reorientación

«Nosotros deberemos volver a las fuentes, deberemos convertirnos de nuevo en niños, deberemos desandar lo andado y hacerlo mejor que lo hemos hecho, y esto exige un grado de atención formidable, porque implica la reorientación de hábitos queridos, deseados y mantenidos, y naturalmente faltos de control. Deberemos reorientar todo nuestro equipo mental, porque tenemos que ir del todo a la nada para convertirnos de nuevo en el todo.»

Sobre el fracaso y la ley del discipulado, conferencia 18 de octubre de 1984.